El productor yerbatero Guido Lagier mantiene la incertidumbre ante lo que pasará con los precios cuando comience la cosecha de yerba mate, ya que los nuevos precios de hoja de la verde propuesto por la APAM, y otras entidades del sector, consistente en 1,20 el kilo, es un «costo sin valor de beneficio», por lo que manifestó que no sabe cuánto costará finalmente. Porque además «el precio actual (0,48 centavos) en ningún momento se cumplió», disparó. Con respecto a la cosecha habilitada para el verano, Lagier manifestó que ya se habría terminado, anunque ha visto pasar algunos camiones con raído, y en ese caso consideró que es «basura botánica» porque se está en época de brotación y la hoja «tiene mucha agua, es muy fuerte, tomás un solo trago y te deja temblando los nervios, es como tomarse cuatro aspirinas de un solo saque, porque la mateína y la cafeína son la misma droga, cosechar ahora es dañar la planta que está en plena brotación», insistió en entrevista en FM Express.
Y agregó que en esta época, si se cosecha, además de dañar la planta «el rendimiento será muy bajo porque de diez kilos de hoja verde puede dar 2,5 de yerba seca, además del problema del bajo precio».
El productor se volvió a interrogar acerca de a cuánto se irá el precio de la yerba mate, queno obstante no seguirá la evolución de la carne, leche y garnos que s fueron por las nubes, y en cuanto a la yerba mate seguimos siendo esclavos, nadie defiende al productor primario».
Además trazó un dramático panorama de la situación los colonos, porque «sebún un informe el 80% de los que van a los comedores populares municipales, como en Oberá, San Vicente o Puerto Rico son colonos que abandonaron la chacra y se amparan en esos comedores populares, por qué no viven de su propia mandioca, batata o gallina?, porque las leyes avanzan y exigen entre la DGI, impuestos municipales y provinciales y demás formularios que tiene que llenar el colono y pagar todos los meses y hacer el aporte para la jubilación también».
Lagier sostiene además que los colonos «no pueden vender sus productos en la placita porque les cobran impuestos, entonces con todo esto se mandan a mudar, los hijos ya se fueron de las chacras y quedan los grandes, de más de 52 años, y en las chacras entran intrusos de países vecinos o los que entran a robar y como no hay nadie se queda y vive de lo poco que queda».
«Es una tragedia seria, en cualquier momento la agricultura misionera va a depender del zapallo que viene del Brasil y de la lechuga y el tomate que viene del Paraguay.
Por último, el productor hizo una diferencia con los productores de Paraguay y Brasil, donde «no reciben ninguna intimación de pago por impuestos, e inclusive se les aporta un período para llevar a cabo su cosecha».
