Sebastián Noguera, el abogado patrocinante de dos denuncias contra Pablo Antonio admitió estar «sorprendido» ante la nueva internación del supuesto empresario «inventor», que tras una fugaz reclusión en la cárcel común de Villa Lanús, volvió a ser internado, y esta vez en el sanatorio Posadas. «La semana que viene pedirá autorización por una cuestión estética, odontológica o bien para una cirugía plástica», ironizó Noguera demostrando su desconfianza. El defensor de Sebastián Giménez calcula que el empresario pudo haber recaudado, producto de supuestas estafas, entre 3 y 4 millones de pesos, aunque el monto global podría ser más por la cantidad de personas que no denunciaron.
Según el defensor del empresario, Pablo Luján, la causa de la nueva internación sería por estado crítico de salud, incluido motivos renales, y recordó que el primer diagnóstico de Pablo Antonio daba cuenta de unas presuntas complicaciones, a raíz de una intervención coronaria y tratamiento de by pass realizados hace algún tiempo.
Sobre los privilegios que recibiría el encausado, Noguera señaló en FM Show que no cree que por parte de la Justicia haya un «tratamiento vip» al detenido, y agregó que «a mí me parece que este hombre se la ingenia bastante bien para fabricarse patologías y aprovechar algunas que efectivamente las tiene».
Sobre la posibilidad de una reducción a la mitad de la caución -a 150.000 pesos- por parte de la justicia, el defensor negó cualquier notificación al respecto y manifestó que «no creo que la Cámara hay expedido tan rápidamente. En un caso de tal rasonancia,y tan conocido como éste dudo de que la justicia vaya tomar una decisión de esa naturaleza».
Acerca de las expectativas con las que aguardan los damnificados, para recuperar el dinero, Noguera calificó a esa posibilidad como «difícil», no obstante, afirmó » ya veremos cuando se levante la feria judicial, si planteamos algunas acciones para rastrear bienes de él, que sabemos que los tiene, pero están a nombre de otras personas, como sus dos hijos».
El defensor admitió que entre el «inventor del auto fantástico», y las personas estafadas, «no hubo nigún tipo de garantía» a la hora de los desembolsos de dinero. «Cuando todo estaba bien, y Pablo Antonio mostraba un tesoro maravilloso hace cuatro o cinco años, fue solo un trato de palabra y de confianza», precisó, sin embargo sostuvo que todas las gestiones están reflejados en sobrecontratos».
«Primero todo bien por la apariencia, después se constataron de que había una cáscara vacía para generar inversiones sin ningún tipo de garantías», afirmó.
