Buscarán confirmar en Buenos Aires si 9 monos murieron por fiebre amarilla en la reserva Piñalito

El director general del Parque Ecológico «El Puma» de Candelaria, Miguel Rinas se refirió a los cadáveres de nueve monos que se encontraron en la reserva de Piñalito, en el departamento de San Pedro, a 10 kilómetros de la frontera con Brasil, presumiblemente a causa de la fiebre amarilla.

Reserva Piñalito. Este era el hogar de los monos.

Reserva Piñalito. Este era el hogar de los monos.

El director general del Parque Ecológico Miguel Rinas «El Puma» señaló en Radio Libertad que la sospecha de que los monos hayan muerto por fiebre amarilla «es una posibilidad por la forma en que se han manifestado, en una especie muy sensible a esta enfermedad. En otras oportunidades ha ocurrido de que el mono aullador es el que primero sufre las consecuencias de la enfermedad».

Se ha extraído material de los animales afectados para ser enviados a los laboratorios de Buenos Aires a fin de que se confirme la enfermedad viral.

Dijo que ahora se orientan hacia esa causa, «más allá de que también consideramos que puede ser otro tipo de enfermedad, pero tenemos que orientarlo en principio a eso por tratarse de una zoonozis, la que puede transmitirse al ser humano».

Rinas indicó que han venido profesionales del ministerio de Salud Pública de la Nación que están trabajando junto a colegas de la provincia, «y lo que ya se ha podido hacer es que de un ejemplar que había sido encontrado en buenas condiciones, se extrajo el material y se envió para su estudio en el laboratorio. Esa es la situación en este momento, y como medida preventiva debo destacar que se está haciendo toda la vacunación debida a la población local», añadió.

El director del parque «El Puma» explicó que el sitio donde estaban los monos era muy cercano a las viviendas de los guardaparques, lugar que se suele recorrer regularmente, «y se los encontró en el monte por una identificación fácil, a través del olor lógicamente. Estos animales estaban muy descompuestos, por lo que de los primeros no hemos podido rescatar nada. Después, recorriendo más ampliamente la zona se ubicó otros ejemplares que estaban en mejores condiciones», puntualizó.

Rinas destacó que todos los monos muertos eran miembros de una misma familia, pero que por lo visto «los decesos ocurrieron en distintos momentos, y la casualidad es que estos monos estaban siendo estudiados por un grupo de biólogos en su forma de comportamiento, etcétera, o sea que eran conocidos».

Dijo que en 20 a 30 días se sabrá si las muertes se produjeron por fiebre amarilla, que es el tiempo que demora en localizarse el virus.

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