Salud Pública llamó a la prevención anticipada del dengue y la fiebre amarilla

A raíz del primer caso de muerte por dengue, en la localidad paraguaya de Presidente Franco, ciudad que limita con Puerto iguazú y donde temen un posible brote de la enfermedad, el director de Epidemiología de Salud Pública de Misiones, Julio Estévez instó a la prevención con anticipación por parte de la población y señaló que en la provincia se realiza tratamiento de vigilancia a aquellas personas que presenten cuadros febriles y manifiesten los síntomas. Advirtió que estas enfermedades reaparecieron en la Región porque se alteraron las condiciones ecológicas. También recordó que no existe una vacuna, ni un tratamiento específico para el dengue, sin embargo tranquilizó expresando que los pacientes son tratados ante «la mínima sospecha».

Las etapas del tratamiento ante la aparición de un paciente que manifieste los síntomas y sean compatibles con las del dengue, comienza con las muestras de sangre del enfermo, que pese a las posibilidades no es diagnosticado inmediatamente.

Estévez explicó que la vigilancia consiste en un proceso paulatino, ya que «muchos pueden presentar los síntomas, pero no por eso tienen la enfremedad».

Ante la «mínima sospecha» se procede a la fumigación de la vivienda del paciente, o bien de la manzana completa que rodea la casa, en caso de que el enfermo esté realmente infectado.

Los síntomas del dengue son fiebre, dolores abdominales, cefaleas, vómitos, mareos y náuseas. Con respecto al dengue hemorrágico, Estévez explicó que es una enfermedad de aparición brusca en el que «no necesariamente el enfermo debe sangrar por todos lados, es hemorragia interna».

En su momento se han detectado casos de febriles en Posadas y localidades del interior, a quienes posteriormente se les descartó la enfermedad.

Reflexionando sobre los orígenes del dengue y la fiebre amarilla, Julio Estévez admitió que «estas enfermedades no son una exclusividad, los cambios ambientales han condicionado la aparición o reaparición de patologías que en su momento se creyeron controladas y lastimosamente se fue de las manos».

«Estas cosas aparecieron porque se alteraron las condiciones ecológicas» dijo el director, y agregó que «la naturaleza no es lago irreversible».

Acerca de la fiebre amarilla en el norte de Brasil, Estévez señaló que allí es una enfermedad permanente y la cartera de el vecino país constantemente concientiza a los turistas. » Acá la enfermedad es urbana, allá es selvática, debido a las personas que ingresan a la selva» , concluyó.

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