Yerbateros retoman pedido de cupificar la producción

Conjeturan que un esquema que garantice el pago de los precios oficiales sin limitar la oferta, podría generar superproducción y un posterior derrumbe de los valores reales de la meteria prima.

Yerbateros aseguran que para asegurar los precios hay que limitar la producción.

Yerbateros aseguran que para asegurar los precios hay que limitar la producción.

La posibilidad bastante cercana de que se apruebe en los próximos meses la ley de creación del mercado consignatario hizo que los yerbateros retomaran el debate por la cupificación. Representantes de los distintos eslabones, advirtieron que la entrada en vigencia de un organismo que garantice la rentabilidad del sector productivo, sin establecer al mismo tiempo un límite a los volúmenes de cosecha, generaría inevitablemente un exceso en la oferta de materia prima, lo que terminaría perjudicando a todos los actores del rubro.

Explicaron que la puesta en funcionamiento de un mercado concentrador que garantice la compra a precio oficial de todo el excedente de materia prima que pudiera producirse, generará un fuerte incentivo a producir mayor volumen, sin tener en cuenta si efectivamente hay una demanda capaz de absorver todo ese material.

«La garantía de poder producir con rentabilidad asegurada, empujará a aumentar los volúmenes de cosecha, aun con la demanda efectiva frenada», conjeturó Juan Manuel Benza, productor y administrador de un secadero en la zona de Oberá.

Con los niveles de consumo interno estancados desde hace varios años, y siendo las exportaciones todavía un factor de baja incidencia en la rentabilidad del sector, no tardaría en producirse un desequilibrio entre una demanda estancada y una oferta en alza.

Límite para la hoja

Planteado ese escenario, debería comprarse cada vez mayor cantidad de materia prima a través del mercado consignatario para sostener la garantía de pago de los precios oficiales de la materia prima. Entonces la actividad se volvería fuertemente dependiente de este organismo, que en vez de erigirse como un mecanismo de regulación, se convertiría en un mecanismo de subsidio.

La solución planteada por el sector para evitar este círculo vicioso, pasa por poner límites a las nuevas plantaciones y a los volúmenes de cosecha en las actuales. No se trata de una novedad, ya que esquemas de este tipo se aplicaron con variada suerte durante la vigencia de la Comisión Reguladora de la Yerba Mate (Crym).

«Es indispensable que, junto al mercado consignatario, se aplique también un esquema de cupificación para minimizar cualquier desequilibrio que pudiera generarse», consideró por su parte Luis Konopacki, director titular del Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym) por los secaderos, a la salida de la última reunión del este organismo.

Representantes de la producción, como Enrique Kuzco y Carlos Ortt, así como propietarios de secaderos y molineros hicieron advertencias similares y también se manifestaron en favor de la cupificación.

La idea de limitar la producción surgió con fuerza en febrero del año pasado en una serie de reuniones mantenidas por representantes de todo el arco yerbatero en el paraje Las Tunas, en Apóstoles.

La protesta yerbatera y las demoras en la elaboración y posterior tratamiento legislativo del proyecto de creación de mercado consignatario coparon la agenda dell sector durante el resto del año y poco y nada se habló de la cupificación. Pero el tema volvió a ponerse sobre el tapete ante la inminente aprobación del mercado concentrador y según la mayoría de los representantes del sector, será prioritario.

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