Humedal en Urugua-í generó denuncias por supuesto desmonte

A través del sistema Google Earth se creyó ver un desmonte en plena área protegida. Sin embargo, se trató de un humedal, creado a partir de la propia recreación de la naturaleza.

Un supuesto desmonte en el Parque Provincial Urugua-í generó preocupación a partir de la imagen satelital que se captó con el sistema Google Earth y que circuló por internet, lo que derivó en una denuncia que llegó hasta este medio solicitando que se investigue si fehacientemente se trataba de un rozado clandestino realizado por intrusos ante la falta de control de los Guardaparques.

Un equipo de Argentina Forestal fue al lugar, con las coordenadas facilitadas por el ingeniero Jorge Pujato, quien alertó acerca de la situación, y verificó que la mancha detectada en la exuberante selva que se identificó por medio de la imagen satelital correspondía en realidad a un humedal natural o laguna, y no a un rozado.

Argentina Forestal se trasladó hasta el Parque Provincial, sobre la ruta 19, donde corta el arroyo Urugua-í, ubicando a su vez la desembocadura del arroyo Uruzú. Allí, entre el Uruzú y la ruta 19, a unos pocos kilómetros al norte del arroyo Urugua-í, tras una extensa caminata selva adentro se llega al gran humedal natural y pastizales.

El recorrido se realizó en compañía del intendente del sistema de Áreas Naturales Protegidas de Misiones, Víctor Matuchaka; el jefe del parque Urugua-í, Onésimo Olivera, junto a la guardaparque Lorena Pereyra.

Olivera, quien hace once años está afectado a la protección de este parque, explicó que «estas lagunas o humedales están apareciendo en forma natural, en varios lugares. Son áreas que se inundan en forma temporal, donde la napa freática aflora en la superficie o en suelos de baja permeabilidad cubiertos por aguas poco profundas. Hace un tiempo atrás esto era una laguna, el agua nace naturalmente, pero ahora se puede observar más el pastizal», indicó.

Estos ecosistemas son de gran importancia por los procesos hidrológicos y ecológicos que en ellos ocurren y la diversidad biológica que sustentan. Entre los procesos hidrológicos que se desarrollan en los humedales se encuentran la recarga de acuíferos, cuando el agua acumulada en el humedal desciende hasta las napas subterráneas, incluso a veces generan nuevos arroyos.

Con la tranquilidad de haberse tratado de una «confusión», el jefe de guardaparques de Urugua-í rescató la importancia cada vez mayor de que los pobladores, vecinos y profesionales se «preocupen» por la situación de los parques provinciales y alerten acerca de posibles irregularidades.

«En este caso se trató de una equivocación, pero la mayoría de los operativos que realizamos son por las denuncias o avisos de los mismos pobladores y vecinos del parque, ya que por ser un área muy extensa, con los once guardaparques asignados que tenemos al control, no llegamos a cubrir todo el recorrido de las 84 mil hectáreas en forma diaria», admitió Olivera.

Las denuncias facilitan el trabajo diario de los guardaparques, en el caso del Parque Provincial Urugua-í los once afectados están distribuidos en dos destacamentos: Puesto Uruzú (6) y Puesto 101 (5), bajo la coordinación del Jefe de Guardaparques. Olivera explicó que enfrentan distintos problemas y amenazas permanentes, desde cazadores furtivos, extractores de palmitos, apeo ilegal de madera, entre otros delitos ambientales.

«El desafío es muy grande, hay mucho trabajo en el control y vigilancia de los parques, y las irregularidades son diarias», explicó.

Sobre el problema de intrusión, por ejemplo, dijo que es «un tema latente, uno nunca sabe, el parque es inmenso, no podemos todos los días recorrer toda el área, por lo tanto es una amenaza constante. Lo más importante es que los pobladores, gracias al trabajo que hemos realizado en estos años, son los que alertan y denuncian casos o irregularidades dentro o cerca del parque. Los vecinos nos ayudan a proteger y cuidar el área», remarcó.

Área protegida

Pero más allá de constatar el supuesto «rozado», se aprovechó la maravillosa experiencia para recorrer y disfrutar la belleza natural de la selva misionera, ya que el Parque Provincial Urugua-í abarca un área de un alto valor ambiental, dado que constituye junto al Parque Nacional Iguazú y al vecino Parque Estadual Do Iguazú la mayor reserva natural de la selva paranaense en el mundo.

El Parque Provincial Urugua-í limita al Parque Nacional Iguazú, lo que permite la conectividad del área natural, manteniendo la riqueza ambiental de los suelos, vegetación, diferencias climáticas y paisajes.

Para una mejor ubicación, cabe mencionar que al este, se encuentra limitado por la Sierra de la Victoria que acompaña la ruta 19 desde la localidad de Deseado, hasta unos doce a trece kilómetros y en esa dirección se continúa la cadena de cerros siguiendo la ruta nacional 101.

Este parque fue creado por Ley provincial Nº2794/90 con la finalidad de proteger gran parte de la cuenca del arroyo del mismo nombre y nació como consecuencia de la construcción de la represa de Urugua-í con la intención de minimizar su impacto.

El arroyo Urugua-í es el curso de agua más importante del interior de la provincia, por su longitud, su caudal y la superficie de la cuenca. Los guardaparques relataban que desde hace muchos trabajan en el lugar pero aún no alcanzan a conocer todo el área, «ya que en su gran mayoría es intangible».

Para Onésimo Olivera, el parque se encuentra en «buen estado de conservación. Las zonas afectadas por rozados o capueras son pocas y de reducido tamaño, por lo que su recuperación puede realizarse a corto plazo», asegura.

En la reserva predominan especies arbóreas como el laurel negro, el laurel amarillo, el anchico colorado, y el guatumbú blanco. También se observa cierta abundancia de cedros y otras especies de importancia maderera en la intersección de la ruta 19 y el Arroyo Urugua-í, como el guayaibí, de más de 20 metros. También encierra especies declaradas Monumentos Naturales Provinciales, que son importantes para la conservación como el palo rosa y el pino paraná, dos especies que están amenazadas de extinción.

En cuanto a la fauna característica del lugar, también alberga a muchas de las especies que se hallan en serio riesgo de extinción, como el yaguareté, el pato serrucho, el tapir, el yurumí, la harpía, el perro vinagre, por mencionar algunas de las principales especies.