Por brote de fiebre amarilla en Brasil pedirán a turistas extranjeros certificado de vacuna

Las autoridades impulsan un operativo para solicitarle a los extranjeros que se vacunen contra el virus diez días antes de ingresar al país. Un hombre murió ayer por la enfermedad en la ciudad de Brasilia.

Playa de Ferrugem, en el Estado de Santa Catalina.

Playa de Ferrugem, en el Estado de Santa Catalina.

Un nuevo brote de fiebre amarilla puso en alerta a las autoridades de Brasil, que luego de que una persona perdiera la vida por el virus impulsaron un amplio operativo para que los turistas que ingresen al país se vacunen contra la enfermedad.

Para ello, el Ministerio de Salud, a través de la Cancillería y la cartera de Turismo emiten comunicados para que los extranjeros se vacunen diez días antes de ingresar al país y tomen las precauciones necesarias para prevenir el contagio.

Ayer, un hombre supuestamente contagiado por fiebre amarilla murió en la capital de Brasil, que está en alerta por la amenaza de esta enfermedad desde hace dos semanas, informaron fuentes oficiales.

El hombre, identificado como Graco Carvalho Abubakir, de 38 años, fue infectado en un viaje de fin de semana a una zona rural cercana a Brasilia y fue ingresado en un hospital de la capital el pasado viernes con fiebre alta y dolores generalizados, informó la secretaría de salud del gobierno regional en un comunicado.

Según explicó el secretario regional de Salud, José Geraldo Maciel, en declaraciones a la oficial agencia Brasil, la autopsia despejará las dudas «dentro de ocho días», ya que los médicos no han confirmado si el deceso fue por la fiebre amarilla.

El pasado sábado, otro hombre de 34 años murió en un hospital de Brasilia con los síntomas de la enfermedad y actualmente una mujer se encuentra en un hospital del Distrito Federal de Brasilia con un cuadro médico que coincide con el provocado por el virus de esta enfermedad.

El último caso de fiebre amarilla en la capital brasileña fue registrado en 2000. Desde el pasado 28 de diciembre, cuando se disparó la alerta, se han vacunado a 230.000 personas en la capital.

La residencia presidencial de la Granja do Torto, en la que descansó el presidente Luiz Inácio Lula da Silva las pasadas navidades, fue inspeccionada en la búsqueda de focos de peligro.

Además, un parque nacional vecino a la capital fue cerrado al público, después de que se encontraran varios monos muertos, que supuestamente habían contraído la enfermedad.

Otras regiones fronterizas con la capital, como es el caso de los estados de Goiás y Minas Gerais están en alerta, por la aparición de decenas de casos de simios muertos con síntomas que encajan con el diagnóstico de esta enfermedad.

La fiebre amarilla es una enfermedad infecciosa, que es transmitida de los monos al ser humano a través de la picadura del mosquito «Aedes Aegypti», el mismo que transmite el dengue y que es endémico en la región centro-oeste de Brasil.

Normalmente se da en regiones rurales y no se ha registrado en Brasil en áreas urbanas desde 1942, según el ministerio de Salud.

Entre 1996 y 2007, Brasil registró 349 casos de fiebre amarilla silvestre, con 161 muertes confirmadas. (Fuente: EFE )

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