Un oficial ayudante de la Policía identificado como Roberto Aníbal Cardozo entró a una ferretería de manera violenta, y según el propietario del comercio, Rolando Encina, el hombre enfurecido «rompió todo». El hecho ocurrió el pasado lunes en horas de la mañana en la zona de la avenida Jauretche y calle 72, al oeste de la ciudad. Según el comerciante, Cardozo se alteró al no recibir los «700 ú 800 pesos» que reclamaba por la rotura de una mica de su automóvil, a causa de un accidente momentos antes protagonizado por un hijo mayor de Encina. El ferretero explicó en FM Show, que tras el incidente, «mi hijo con toda la voluntad del mundo le pidió disculpas y le dijo yo te pago, vamos hasta la ferretería de mi papá y ahí lo arreglamos».
«Cuando llegó al local le pregunté cuánto salía el arreglo del daño y me contestó, 700 ú 800 pesos quiero ya. Yo le dije que no, que era imposible que una mica pueda valer eso y le propuso que mi hijo que es mecánico compre y arregle», dijo Encina, quien añadió que » el tipo no entendió y me dijo yo sé de donde sacar la guita, y tras cruzar mi mostrador quiso ir a mi caja registradora, a sacar mi dinero, y por eso lo empujé y él se descontroló».
Contó que el efectivo comenzó a destrozar vidrios de su local, llamó entonces a la comisaría sexta de su jurisdicción, y llegaron como ocho uniformados en dos móviles y pensando que iban a proceder contra el agresor, lo esposaron a él y a su hijo y los llevaron detenidos. Así pasaron presos en la fiesta del Año Nuevo.
Encina relató que tras llegar los uniformados » nos esposaron a mí y a mi hijo, nos sacaron a las patadas como si fuéramos delincuentes, nos revolcaron afuera ante la mirada de todos los vecinos».
«Pasamos un lindo año nuevo en el calabozo», ironizó Encina, quien comentó que lo extrañó que lo trasladaran a la comisaría séptima, cuando en realidad su jurisdicción pertenece a la seccional sexta.
El comerciante que tiene su local en la avenida Jauretche al 3.500 confió que se siente «intimidado», ya que constantemente «pasan patrulleros por enfrente de mi negocio, y me siento observado».
