El obispo Marcelo Martorell «vino a destruir todo lo que se había hecho hasta ahora en 20 años, es que ahora, en vez de Iglesia de los pobres vamos a tener la Iglesia de los ricos, con escandalosas alianzas con el poder político y económico», disparó hoy su antecesor en la Diócesis de Iguazú, Joaquín Piña. En una carta fechada el 5 de diciembre del 2007 el obispo emérito de Iguazú Joaquín Piña se ocupó de contestar el informe enviado por su sucesor en la Diócesis, Marcelo Martorell, a los obispos presidentes de las comisiones Episcopales de Pastoral Social y Cáritas.
«Evidentemente el informe está hecho desde una posición tomada, que refleja una inquina, que de algún modo se tiene que explicar» comienza diciendo Piña, para denunciar después que este señor, en relación a Martorell, «vino a destruir todo lo que se había hecho hasta ahora, en 20 años es que ahora, en vez de Iglesia de los pobres, vamos a tener la Iglesia de los ricos, con escandalosas alianzas con el Poder Político y Económico», advierte el obispo emérito.
La carta de Piña hace mención además a los vínculos que tiene el nuevo obispo de Iguazú con el gobierno provincial, a quien calificó del «más corrupto que hemos tenido en la provincia, comprendo que al Obispo le molestara el que yo haya dicho: ¿quién es más político, el que hace una denuncia profética contra la injusticia y la corrupción, o el que se alía, (se casa, le chupa las medias) al gobierno más corrupto que hemos tenido en esta Provincia?, evidentemente que para sacarle plata, como le sacó, más de 5 millones en la primera entrega», sostiene.
El informe de Martorell publicado hoy en tapa de un diario local (Misiones On Line) denuncia un desfalco descomunal en la pastoral Social de Iguazú y acusa de esas irregularidades a quienes estuvieron al frente tanto de la Pastoral Social como de Cáritas.
El portal www.movisocialmisiones.com.ar refleja más declaraciones de Piña que dice: «Duele, sobre todo, el juicio negativo y condena en general de personas, la mayoría de las cuales son muy honestas y respetadas y queridas por todos, a las que se ha difamado, sin ni siquiera pedirles una aclaración. Un mínimo de dialogo», lamentó Piña en la carta y se ocupó después de describir la trayectoria y el compromiso de quienes son mencionados como «delincuentes» en el informe del actual obispo de Iguazú.
Piña defendió el trabajo y la honestidad de Carlos Di Marco, ex titular de Cáritas y Pastoral Social y ex candidato a vice gobernador por el Frente por del Dignidad, «es una grave calumnia decir que se desviaron fondos de Cáritas para la campaña política. No se puede tampoco decir que se mezcló una cosa con otra. Por esto había pedido (Di Marco) licencia de su puesto en Caritas, licencia que no se le dio, sino que el obispo le exigió la renuncia. Por esto que ahora, el pobre, al perder en las elecciones, se ha quedado en la calle», destacó Piña.
En la carta el obispo emérito rescató además, el trabajo de Inés Mondo, directora de la Escuela de Ciudadanía, escuela calificada por Martorell como «comités políticos desde donde ideologizaban a la gente». Para Piña este hecho «es falso, se pueden ver los materiales utilizados que lo desmienten», destaca.
También defendió el trabajo de Enzo Ortt, Gerardo Segovia y Raúl Gorritti, todos integrantes de la pastoral Social de Iguazú desplazados por Martorell.
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