Es un dirigente del sindicato de municipales de Posadas. Tenía restos de pólvora en una mano, al igual que un amigo suyo. En total los detenidos por el hecho son cinco. Un integrante de la conducción del sindicato de empleados municipales de Posadas, quedó involucrado en el crimen de una mujer y posterior rapto de su hija de apenas un mes, tras la realización de las pruebas para la detección de restos de disparos de armas de fuego en sus manos, según trascendió ayer en forma extraoficial.
El sujeto habría sido identificado como Hugo Ferreira, secretario adjunto del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales, quien tras someterse a la prueba de parafina por parte de los especialistas de la Policía provincia, se supo que arrojó resultados positivos. A esta situación, se agregó el hecho que su automóvil fue detectado en las proximidades del escenario del crimen y posterior rapto.
De acuerdo con las investigaciones, el sindicalista era allegado a la víctima y a su pareja, padres de la pequeña Luciana que fue raptada tras el incidente fatal. Si bien restan develar pormenores del caso, se supo que por el hecho también se encuentra detenido un gomero.
Los investigadores, que avanzan en el armado del rompecabezas que supuso el caso desde un principio, confían en dilucidar el crimen de Agueda Duarte y el secuestro de su pequeña hija, aunque aguardan alguno de los cinco detenidos y revele el móvil del misterioso hecho que se produjo en la madrugada del 26 de noviembre pasado, en el barrio Ñú Porá de Posadas.
Los detenidos son Ferreira, propietario de un Renault 12 blanco que fue visto en el lugar; Jorge Groselle; el gomero Jorge Antúnez y la pareja que tenía a la pequeña, Rogelia Dos Santos y Luís Carísimo, aunque en los últimos días se estableció que los dos primeros frecuentaban la vivienda de Rogelia Dos Santos y también conocían a la víctima.
Por esa razón, fuentes allegadas a la investigación no dudaban ayer en señalar que la situación de ambos «es realmente comprometida», en especial después de conocerse el resultado de las pericias que revelaron la existencia de restos de pólvora en la palma y dorso de la mano derecha del gremialistas, mientras que Groselle sólo presentaba vestigios en la palma de la mano derecha.
Según la misma fuente, el arma hallada en el techo de la casa de la pareja Dos Santos-Carísimo pertenece al gomero Antúnez, quien en su declaración habría dicho que la mujer le sustrajo el arma durante un encuentro íntimo, aunque otras versiones difieren totalmente de ésta.
Todavía resta encauzar los elementos que permitan determinar las razones por las que la pareja Dos Santos-Carísimo tenía en su poder a la pequeña Luciana, luego del crimen de su madre, lo que podría desembocar en el móvil del crimen y una eventual autoría intelectual. Por ahora, juez José Luís Rey solicitó una serie de medidas de prueba e indagó a los detenidos.
