Las economías regionales muestran una elevada presencia del sector público (gasto en relación al Producto Bruto Geográfico), poca autonomía fiscal, creciente presión fiscal y alta dependencia del gobierno provincial en el mercado laboral. Este escenario no genera un espacio propicio para el emprendimiento empresarial. Estas son algunas de las conclusiones del análisis que realiza la Red Libertad que elabora anualmente el Indice de Desempeño Provincial (IDP), que permite conocer las condiciones que ofrece cada provincia para la iniciativa privada a partir de tres áreas de análisis a saber: el tamaño del sector público, el financiamiento del gasto público y las características del mercado laboral.
Las áreas de estudio son de carácter fiscal, ya que se intenta detectar en qué jurisdicciones el Estado obstaculiza el desarrollo del espíritu emprendedor.
A cada distrito se le asigna un puntaje del 0 al 10 que refleja la posición relativa que ocupa cada uno en el ranking. Es dable señalar que los resultados arrojados deben analizarse dentro de un contexto donde la libertad económica del país es limitada, tal como lo demuestran los índices internacionales que analizan este aspecto. Así, el índice de libertad económica elaborado por Heritage Foundation ubica a la Argentina en el puesto 95 sobre un total de 150 países considerándola una economía mayormente controlada. Es decir, debe comprenderse que las jurisdicciones argentinas no son ajenas a esta realidad sino que los resultados observados en el IDP están en consonancia con dichos indicadores internacionales.
A partir de esto, sucede que aquellas provincias que se ubican en las mejores posiciones del ranking local (tal como sucede en Ciudad de Buenos Aires) aún distan sustancialmente de los niveles de ingreso per cápita alcanzados por los estados que lideran el Indice elaborado en Norteamérica por el Fraser Institute, en el cual se basa para su ejecución el IDP.
Los resultados arrojados por el IDP reflejan una alta disparidad entre las distintas provincias argentinas en cada una de las áreas que se estudian. Así, encontramos provincias que ofrecen un clima más favorable para la inversión (Ciudad de Buenos Aires, San Luis, Santa Fe y Córdoba) que otras, donde la mayor participación del Estado inhibe las acciones emprendedoras y por lo tanto donde los agentes económicos no encuentran las condiciones propicias para arriesgar su capital y explotar nuevas oportunidades de negocios.
Puesto Provincia Puntaje 2.007
1. Ciudad de B. As. 9,53
2. San Luis, 7,71
3. Santa Fe 7,71
4. Córdoba 7,54
5. Buenos Aires 6,96
6. San Juan 6,73
7. Mendoza 6,52
8. La Pampa 6,50
9. Misiones 6,23
10. Salta 6,10
11. Neuquén 6,09
12. Río Negro 5,95
13. Tucumán 5,93
14. Catamarca 5,90
15. Santa Cruz 5,71
16. Entre Ríos 5,62
17. Chubut 5,41
18. La Rioja 5,24
19. Tierra del Fuego 5,06
20. Chaco 4,42
21. Jujuy 4,36
22. Corrientes 4,34
23. Santiago del Estero 3,04
24. Formosa 1,79
Nivel de desempeño provincial
Muy elevado en Ciudad de Buenos Aires, San Luis, Santa Fe y Córdoba. Elevado en Buenos Aires, San Juan, Mendoza, La Pampa y Misiones. Medio en Salta, Neuquén, Río Negro, Tucumán y Catamarca. Bajo en Santa Cruz, Entre Ríos, Chubut, La Rioja y Tierra del Fuego. Y muy bajo en Chaco, Jujuy, Corrientes, Santiago del Estero y Formosa.
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Resultados del IDP
Provincias que crecieron su puntaje respecto a 2006: Formosa, Mendoza, Misiones, Ciudad de Buenos Aires, Entre Ríos, Buenos Aires, La Pampa, Santa Fe y Neuquén.
Provincias que disminuyeron su puntaje respecto a 2006: Santiago del Estero, Jujuy, Chaco, Corrientes, Catamarca, Tucumán, Salta, Santa Cruz, Tierra del Fuego, La Rioja, Chubut, San Juan, Río Negro, Córdoba y San Luis.
Provincias que más puestos ascendieron: Mendoza y Misiones con 4 puestos cada una.
Provincias que más puestos perdieron: Chubut (9 lugares), Río Negro (7) y Corrientes (5). Básicamente este deterioro se explica fundamentalmente por un empeoramiento de la relación en el stock de deuda y resultado financiero así como también por un mayor tamaño del sector público.
Crece el tamaño del sector público: Al comparar los resultados con los del año 2006, se deduce que el tamaño del sector público -medido a través de los Gastos Corrientes/PBG-, ascendió en 23 de las 24 jurisdicciones (con excepción de Mendoza), mientras que el promedio pasó del 20% al 21.5%, mostrando de este modo un incremento en el tamaño del sector público para la mayoría de las jurisdicciones. Este crecimiento del tamaño de las erogaciones de los gobiernos subnacionales (fundamentalmente gastos en personal) trae aparejado una mayor demanda de recursos por parte de mismos. El gasto corriente en Formosa es el 60% del Producto Bruto Geográfico (PBG) mientras que en una provincia como Santa Fe o San Luis es del 10%.
Cabe señalar que respecto al año 2006, las jurisdicciones que más aumentaron su relación gasto público/PBG son Corrientes y Ciudad de Buenos Aires mientras que Mendoza y La Pampa son las jurisdicciones que mejor performance exhibieron en esta variable.
Menor autonomía fiscal en 10 provincias: Con respecto al Indice 2006, 10 provincias han disminuido su autonomía fiscal -mensurada a través de la recaudación tributaria provincial y los Ingresos Corrientes-. Las provincias son altamente dependientes del gobierno central lo que no contribuye a la eficiencia en la gestión pública -dado que las provincias no perciben el costo de recaudar pero sí tienen el beneficio de gastar más-. Las provincias de menor autonomía fiscal son Formosa y La Rioja donde los recursos propios no alcanzan el 6% de sus ingresos corrientes.
La Pampa, Entre Ríos y Ciudad de Buenos Aires son las provincias que más autonomía perdieron en comparación con 2006 en tanto que Formosa, Corrientes y La Rioja las que más crecieron en esta variable.
Deterioro en la relación deuda-resultado fiscal: El stock de deuda con respecto al resultado financiero ha exhibido un deterioro para 17 provincias. La situación presupuestaria de las provincias se ha venido deteriorando en los últimos años donde la situación deficitaria de la provincia de Buenos Aires juega un papel central (con un déficit en 2006 de más de 800 millones de pesos a pesar de los esfuerzos realizados para incrementar su recaudación) y es la que exhibe el más bajo desempeño en esta variable. La bonanza económica que atravesaron las provincias durante los años 2002-2003 comenzó a deteriorarse en el período 2004-2005. Para el año 2006 según las estadísticas oficiales el ahorro fiscal para el consolidado de provincias fue de 2.990 millones de pesos (0.5% del PBI) en tanto que el fiscal de poco más de 670 millones de pesos (0.1% del PBI). Se estima que para el año en curso las provincias podrían marcar un resultado primario negativo.
El endeudamiento de las provincias se ha expandido notablemente. Para el año 2006, el stock de deuda para el conjunto de jurisdicciones ascendió a $83.376 millones. Si se analiza la evolución de esta cifra para los últimos años, se observa que desde el año 2001 la deuda experimentó un incremento del 178%, pasando de $29.970 millones a casi los $84.000 millones actuales. Por otra parte, para el año en curso se espera que el total de deuda trepe a los $87.000 millones lo que acentúa esta tendencia creciente. Cabe señalar que la deuda de la provincia de Buenos Aires representa el 40% del total de endeudamiento de las provincias.
Chubut, Corrientes y Río Negro son las que más empeoraron en la relación stock de deuda/resultado financiero mientras que en Entre Ríos y La Pampa ocurrió lo contrario.
Crece la presión fiscal: La presión fiscal -medida a través de la recaudación tributaria provincial en relación al PBG-, muestra que ha aumentado en 20 jurisdicciones, evidenciando una mayor extracción de recursos del sector privado en la mayor parte de los distritos. Esta situación está en línea con lo que acaece en el gobierno central que evidencia un nivel récord de presión tributaria. Las provincias de mayor presión fiscal son Santiago del Estero y Tierra del Fuego.
En comparación con 2006, Formosa, Corrientes y La Rioja son las que más aumentaron la presión impositiva mientras que La Pampa y Santa Fe son las que menos lo hicieron.
El empleo público continúa siendo clave en el mercado laboral: El análisis del mercado laboral muestra que en 9 provincias argentinas la participación de empleados públicos sobre el total de la población ocupada ha aumentado mientras que en 19 jurisdicciones se ha observado un incremento de la relación salario medio del sector público/PBG per cápita. La mayor proporción de empleados públicos la ostentan Formosa y Santa Cruz donde los trabajadores públicos trepan a más 50% de la población ocupada.
La Pampa, Salta y Chaco son las jurisdicciones que denotaron un mayor incremento en la relación empleados públicos / población ocupada.
Conclusiones
– A partir de los resultados del IDP se tipifican grupos de provincias. Aquellas que lideran el ranking -que presentan un ámbito más favorable para la iniciativa privada a partir de una mayor libertad económica- que son las más competitivas (Capital Federal, San Luis Santa Fe y Córdoba), las que dependen fuertemente del gobierno provincial -tanto en materia de empleo como en el financiamiento de sus gastos- (Formosa, Santiago del Estero, Corrientes, Jujuy y Chaco) y las provincias que poseen elevados ingresos per cápita obedeciendo esto fundamentalmente a su riqueza natural, es decir, las que podrían denominarse rentistas (Santa Cruz y Neuquén).
– No es de extrañar que las provincias que políticamente se han mostrado más libres sean las que tienen las economías más independientes; la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires y San Luis son las que tienen el menor ratio de gasto corriente sobre PGB. Además, son las que poseen los mayores porcentajes de ingresos propios sobre ingresos corrientes.
– Sólo la provincia de Buenos Aires dentro de este grupo de las más autónomas se ha comportado alineada al poder central y esto puede explicarse tanto por la identidad de objetivos (representa el 50% del electorado nacional) como por su endeudamiento crónico que la hace depender dramáticamente de los recursos nacionales, transformándola en un gigante con pies de barro sin autonomía alguna.
– Estas condiciones vigentes en el interior del país, reflejan la necesidad de reformas estructurales basadas en reglas claras y previsibles que apunten a una menor intervención del Estado y que permitan generar un clima amigable a la inversión para que de esta manera las provincias puedan explotar al máximo su dotación de recursos humanos y naturales y con ello optimizar su potencial de desarrollo. (Región Norte Grande)
