Lo dijo Diego Ciarmello, coordinador del Área de Manejo Integral de la Reserva de Biosfera Yabotí. Para el funcionario las denuncias de la compañía se inscriben en la búsqueda de concretar negocios inmobiliarios y niega el derecho adquirido de algunos ocupantes. «No hay depredación ni avanza la intrusión en Yabotí, la denuncia que se realizó sobre un lote de Colonia Pepirí es un caso puntual sobre 250 hectáreas, de un total de 223 mil (0,02%). Además, en este tema hay otros intereses, ya que la ocupación en propiedad la privada data de más de 50 años», aclaró.
Funcionarios del Ministerio de Ecología de Misiones salieron al cruce de las denuncias que se publicaron originadas por la Cooperativa de Trabajo Restauradora de la Selva Paranaense por el «daño ambiental y avance de intrusión en Yabotí».
Diego Ciarmello, coordinador técnico del Área de Manejo Integral de la Reserva de Biosfera Yaboti (Amirby -dependiente del Ministerio de Ecología (MERNRyT) de la provincia – minimizó la denuncia presentada por la organización ante la Unidad Fiscal de Investigaciones en Materia Ambiental de la Nación (Ufima), donde expusieron la situación que supuestamente enfrentan en Colonia Pepirí (San Pedro) por la usurpación de los lotes privados (propiedad de Juan Alberto SA-Harriet) por parte de los brasileños y también otros ocupantes locales que se asientan en el lugar.
Para el funcionario, frenar la depredación en tierras privadas es responsabilidad de las empresas; el delito a la propiedad privada debe ser elevado ante la justicia; y sobre la intrusión de brasileños debe accionar Gendarmería Nacional.
De esta manera, Ciarmello consideró que «las denuncias por depredación en la reserva constituyen una campaña de desprestigio» contra los controles que hacen desde la Subsecretaría de Ecología, y que estaría financiada por los dueños de la empresa Harriet SA.
También deslizó que «hay una gran puja económica detrás de toda esta maniobra» y acusó a la empresa de generar la situación de ocupación, ante «tantos años de ausencia en la provincia».
Para contextualizar, explicó los antecedentes la Colonia Pepirí y remarcó que tiene más de 50 años de existencia, nació a partir de dos empresas que se instalaron en el sector, «Harriet» y «Moconá». «Ambas se retiraron en 1978, y la gente quedó los ocupantes-, y hoy conforman la colonia conocida como Pepirí que está constituida por más de 40 familias», recordó.
Años más tarde las empresas regresaron a operar en esas tierras y encontraron con una colonia constituida. «Pero se dan casos como el de Moconá SA que inicia un proceso de donación condicional de tierras en la colonia, y llegó a donar a unas 20 familias algo más de mil hectáreas. No pasó lo mismo con Harriet», agregó.
En tanto, sostuvo que «la empresa denunciante hizo algunos intentos al respecto de regularizar la tierra de ocupantes, pero el tratamiento fue diferente con la Colonia, y en la actualidad esta difundiendo en los medios de prensa una situación en el área que no es real», aseguró.
Según explicó el funcionario, la Colonia es un punto muy pequeño en toda el área y bordea la zona Núcleo (de mayor prioridad ambiental). «No se trata de una colonia de brasileros infractores, es como cualquier colonia o sociedad que puede incurrir en delitos o infracciones, pero esta tiene familias con muy buenas intenciones, en muchos casos con derechos sobre la tierra, y un caso muy claro es Mocona SA que reconoce estos derechos», comparó Ciarmello.
El funcionario aseguró que «el caso denunciado representa un punto muy pequeño dentro de las 223 mil hectáreas que tiene Yabotí. La reserva tiene una superficie total que es muy grande, entonces nos parece que es oportuno aclarar que no se puede hablar de degradación ambiental en toda el área. Harriet denuncia un caso puntual en 250 hectáreas, el 0,02% del RBY», graficó.
Por otra parte, la Reserva de Biosfera que son de categoría internacional, tiene la visión de integrar el desarrollo y la conservación, por lo tanto, fuera de los nucleos (parques Esmeralda, Moconá y Caa Yari) se permite la explotación forestal que esta regulado por ley en la provincia.
A partir de la Amirby se impulsan pautas para avanzar hacia un manejo forestal sustentable. «La principal medida fue el modelo la corta permisiva anual normativa que molesto a los empresarios- que establece una cota de 0,38 m3 por hectáreas año. Lo que no fue muy bien visto por muchas de las empresas».
En este sentido, agregó que «la cuantificación de los daños en la reserva se dieron en gran parte en estos últimos 10 años por la extracción abusiva e ilegal que fueron provocados por los mismos propietarios de Yabotí, no por dos o tres brasileños ni ocupantes como salen a denunciar hoy en los medios en Harriet. Realmente, si comparamos con el daño ambiental que provocaron estas mismas empresas forestales durante años atrás, es mínimo el que realiza esta gente en el lugar».
Proceso de cambio
El funcionario expresó además que Colonia Pepirí es una colonia escenciera, donde los pobladores trabajan con citronella, aunque dijo que no desconocían que «cinco o seis familias han plantado tabaco» en el último tiempo en la zona.
«Esta es una situación real, pero no serán sobre mas de 20 hectáreas. Sin dudas hay que revertir este escenario, es un proceso, y tendremos que ver en el futuro como los campesinos pueden reconvertirse a otros cultivos y que alternativas le podemos ofrecer», admitió.
Según explicó, «en la actualidad los que están plantado tabaco en la zona, como en cualquier otra parte de la provincia, han pedido permiso a la Cooperativa Tabacalera para que se le otorgue la realización del cultivo. Tendremos que realizar en adelante un fuerte trabajo para que las grandes compañías no permitan que el colono realice este cultivo en el área, ya estamos trabajando en esto alrededor de la colonia de biosfera, pero todo lo que estamos explicando se enmarca en la construcción de un modelo diferente, hay que suplantar esta actividad con otras mas amigable con la naturaleza, y la voluntad política en este sentido ya está instaurada», indicó.
