En la planta de Amarilla Gas, en Villa Lanús hay personas que están desde las 6 de la mañana, según confesaron muy molestos, esperando que le entreguen el gas social que aún sigue a 17 pesos. El trámite es lento porque les exigen el DNI para corroborar la compra cada dos semanas. La gente que espera bajo el inclemente sol de la mañana observa que la entrega por parte de los trabajadores también es lenta, y ven que un camión que está estacionado lleno de garrafas no sale para la distribución porque el delegado de los trabajadores en conflicto le confiscó la llave al chofer, impidiéndole la distribución.