Horacio Cerutti Guldberg brindó una conferencia ayer en el Campus de la Universidad Nacional de Misiones, en el marco del Programa «El pensamiento filosófico actual» en el cierre del ciclo lectivo.
Horacio Cerutti. En una interesante conferencia en el cierre del ciclo lectivo.
Horacio Cerutti Guldberg realizó ayer una conferencia en el Campus de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) en el marco del Programa «El pensamiento filosófico actual». La visita del ilustre pensador argentino se realizó como broche de oro del cierre del presente ciclo lectivo, quien destacó la nueva política de los países latinoamericanos en pos de la construcción de sociedades más equitativas. Elogió lo que consideró el nuevo escenario en «nuestra América» donde se están dando procesos de participación que en otros años eran imposibles de imaginar.
Cerutti Guldberg es argentino nativo y mexicano por naturalización. Profesor, Licenciado y Doctor en Filosofía (Universidad de Cuenca, Ecuador – 1978). También se desempeñó como investigador de tiempo completo en el Centro Coordinador y Difusor de Estudios Latinoamericanos y catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México donde imparte los seminarios de Historia de las Ideas, Filosofía Política y Filosofía Latinomericana en la Facultad de Filosofía y Letras.
El catedrático fue claro a la hora de exponer sus objetivos y consideró que su misión era la de dar a conocer cómo se está trabajando con el concepto de «nuestra América».
«A mi me gusta hablar más de nuestra América que de Latinoamérica. No sé como los guaraníes o los mapuches entenderían a Latinoamérica. Martí decía que en las sociedades no hay razas, que ese concepto es un producto un caldo de cabezas de intelectuales de librerías. Lo que hay son seres humanos que necesitan una vida digna que se podría construir mejor si lográramos organizar de una vez por todas una América unida. No homogeneizada, donde en su interior todos seamos iguales sino que las diferencias se conviertan en riquezas, como decía Simón Bolívar para dos cosas fundamentales: para las relaciones internacionales y para la defensa común. Todo lo demás descentralizados, y esa realidad se está dando», sostuvo.
Para él, el meollo del pensamiento intelectual está en la tensión entre la realidad y lo que cada individuo pretende hacer con ella. Varios países como Venezuela, Bolivia y Ecuador están transitando un nuevo camino donde se podrán cometer errores pero lo destacable es que se intenta cambiar una realidad por otra donde las personas puedan tener «una mejor calidad de vida».
«En los últimos cinco años, quien hubiéra soñado que estaríamos discutiendo con el rey de España cuando le dice a Hugo Chávez porque no te callas. Y Chávez le dice no me voy a callar porque tenemos muchas cosas que discutir como por ejemplo si los españoles van a venir a hacer negocios muy productivos para ellos o si nosotros también vamos a participar de eso. No me voy a callar porque tenemos que saber si nosotros podemos organizarnos de otra manera los bienes que disponemos, naturales o elaborados para que pueden estar al servicio de una comunidad mayor. No me voy a callar porque mientras sigamos yendo los presidentes de cumbre en cumbre los pueblos van de abismo en abismo», sintetizó.
Finalmente ponderó la voluntad de los universitarios que se animan a trabajar de cara a la sociedad que demanda intervenciones reales y que sólo se dan con un compromiso genuino de ambas partes.
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