Se reunieron ayer en Brasilia y acordaron acelerar las relaciones bilaterales. La construcción de la represa aparece como uno de los objetivos de corto plazo y en diciembre habría nuevas definiciones. Avanzarán en encuentros paralelos entre Argentina y Brasil por fuera del bloque Mercosur
Nuevas relaciones. Cristina quiere reforzar las relaciones con Brasil como socio más importante de la Argentina.
En su primer viaje al exterior como presidenta electa, Cristina Kirchner se reunió ayer en Brasilia con Lula Da Silva, el presidente de Brasil, con quien definió como una de las prioridades de las relaciones bilaterales la construcción de la represa de Garabí y otros acuerdos de cooperación en materia energética.
La presidenta electa de Argentina apuesta a reforzar las relaciones con el gigante vecino en paralelo al andar del Mercosur y por eso se decidió realizar dos reuniones anuales entre ambos jefes de Estado para potenciar la discusión de la agenda común.
«La construcción de una usina hidroeléctrica binacional sobre el río Uruguay -proyecto bautizado Garabí – será una de las prioridades de la primera reunión», señaló el asesor especial de la Presidencia brasileña, Marco Aurélio Garcia. «El tema debe ser tratado por los cancilleres brasileño, Celso Amorim, y argentino, Jorge Taiana, con otros ministros durante la próxima cúpula de presidentes del Mercosul, el 18 de diciembre en Montevidoe, Uruguay.
«Los cancilleres van a tratar exactamente de preparar un programa de acción, y ese programa será, de cierta manera, el que va a orientar el próximo encuentro de los dos presidentes», anticipó Aurélio Garcia. «Hay una disposición concretar de llevar adelante esto», aseguró el funcionario de Lula.
La construcción de la represa es un viejo anhelo de ambos países, acuciados ahora por la crisis energética regional, pero hasta ahora no pasó del proyecto. Esta represa está proyectada para ser construida en la provincia de Corrientes sobre el río Uruguay a pocos kilómetros de la frontera con Misiones.
Los gobiernos de Misiones, Corrientes y el estado de Río Grande Do Sul ya firmaron varios protocolos de entendimiento. La obra costaría entre 1.500 y 1.700 millones de dólares y podría generar el 9 por ciento del consumo actual de la Argentina, capacidad similar a la represa de Salto Grande.
Objetivo Brasil
En su visita fugaz a Brasilia acompañaron a la primera dama, en su debut internacional como electa, las principales figuras de su gabinete: el futuro ministro de Economía, Martín Lousteau, el titular del nuevo ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao.
También estuvieron algunos funcionarios que retendrán sus cargos. Viajaron el canciller Jorge Taiana; el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; el ministro de Planificación, Juliio De Vido, y su par de Defensa, Nilda Garré.
La visita relámpago puede ser leída como una primera muestra del espacio que Crisitina Kirchner dará a las relaciones exteriores durante su gestión.
Buscó además transmitir que, al menos desde el punto de vista simbólico, el vínculo con Brasilia ocupa el primer lugar entre las prioridades de la presidenta electa, por encima de la relación con Hugo Chávez.
La presidenta electa afirmó que en los encuentros con el presidente Lula Da Silva y en la reunión de ministros de ambos países se avanzó en «la profundización de la asociación estratégica» entre las dos naciones.
De todas maneras, tanto Lula como Chávez serán dos de los invitados de honor a la asunción de la primera dama el próximo 10 de diciembre.
Desdolarización
