Passucci: «Ya no se juega por amor a la camiseta»

Distendido. Roberto Passucci habló de fútbol y argumentó que quiere ser DT.

Distendido. Roberto Passucci habló de fútbol y argumentó que quiere ser DT.

Una de las glorias del Club Atlético Boca Juniors, Roberto Passucci, pasó por Posadas antes de ser el invitado de honor en el tercer aniversario de la peña de la institución de la Ribera en Aristóbulo del Valle.

«Es muy bueno viajar por el país visitando las peñas del país. Notamos que hay muchos hinchas de Boca en Misiones», comentó Roberto antes de partir hacia el interior de la tierra colorada.

El ex mediocampista e hincha Xeneize, no dejó pasar la oportunidad de hablar de la actualidad de su equipo: «Boca no está mal, pero no es el conjunto sólido de años anteriores. Me parece que está todavía en formación y que Miguel Ángel Russo no le encontró la vuelta. Todos deseamos que el equipo aparezca en estas últimas fechas -más allá del campeonato local-, para ir muy bien al Mundial de Clubes de Japón». Y prosiguió, «hay que ganar ese torneo. En Boca salir segundo es perder», afirmó.

A todo esto, Passucci es un observador del juego. Comenzó ubicado en la cancha de seis, pero con el paso del tiempo se afirmó de mediocampista central teniendo por ejemplo, a Diego Armando Maradona como compañero en aquel Boca Campeón del torneo Metropolitano de 1981. Por ello, Roberto opinó sobre las cuestiones futbolísticas del elenco azul y oro, señaló que «Boca sintió mucho la ida de Román (Riquelme) y no lo pueden reemplazar. Leandro Gracián es un buen jugador pero adaptarse a Boca no es fácil, lleva mucho tiempo. Se le tiró mucho responsabilidad de golpe y ahora siente a la camiseta un poco pesada».

Lo económico

Pero más allá de cualquier problema meramente futbolístico, el fútbol argentino sufre otras lamentaciones…las institucionales y económicas. Por ejemplo, el plantel de Huracán no concentró antes del partido contra River, Rosario Central tiene problemas con sus barras bravas, sin dejar de lado todo lo que encierra la hinchada del propio River Plate. «Es una lástima que ocurra todo esto, es un problema general de nuestro fútbol. Lo que no me gusta es que los clubes sean manejados por empresas privadas, pero se va camino a eso lamentablemente. No lo comparto, pero esas entidades son las que les dan réditos a las instituciones porque venden y ofrecen sus jugadores. En este marco, los dirigentes tienen que poner más atención en el superávit anual», manifestó Passucci.

Otro mal que sufre el deporte más popular del país, es la migración masiva de jugadores juveniles al exterior. Sobre este tópico Roberto argumentó que «el trabajo en inferiores se relaciona con el respaldo institucional. Banfield y Lanús trabajan bien, pero en los clubes grandes es más difícil mostrar la buena labor porque la urgencia de los resultados es inmediata. Si mañana debuta un chico en Boca y juega mal, se te cae encima el dirigente, el hincha y el periodista. El tema es complejo porque no podés impedir que un club que está en una urgencia económica no venda un jugador. Lo que sí me parece malo es vender a los chicos menores de quince años».

Para Passucci, lo económico nubló toda la mística del juego en sí y afirmó que «ya no se juega por el amor a la camiseta. Me parece que en los últimos 30 años nadie ha jugado por la pasión a los colores, lo que puede haber es un afecto a la institución pero siempre defendiendo lo económico. Yo quise la camiseta de Boca y me enfrenté con Oscar Ruggeri por haber pasado de Boca a River, pero siendo hincha y jugando con la azul y oro me interesaba muchísimo el dinero que iba a ganar».

Un cinco de toda la cancha

Passucci se desempeño de volante por la derecha, segundo central y de mediocampista central, o sea, el cinco clásico. Y justamente en estas dos últimas posiciones son las que más conoce: «Hoy en el fútbol mundial se juega con doble cinco. En cambio, cuando hay sólo un volante central, éste se luce más. Se mueve en los dos costados de la cancha, cubrís la espalda del ocho, del enganche y manejás la pelota. Si te ponen otro al lado se te reducen los espacios pero sos más sólido a la hora de recuperar». Y continuó: «Además, el fútbol mundial ha hecho desaparecer al enganche. Solamente las instituciones grandes se pueden dar el lujo de tenerlos, como Boca, River, Barcelona, etcétera. Así, los otros conjuntos les tienen miedo».

A todo esto, en la actualidad, Roberto trabaja en Deportivo Italiano coordinando las categorías grandes, entrenando jugadores de 18 a 21 años y que están a un paso de llegar a primera división. Pero igualmente, tiene como objetivo entrenar un plantel del más alto nivel: «Si se da la oportunidad de trabajar con un equipo de primera lo voy a hacer. Tengo muchas ganas de dirigir un plantel profesional».

Ni se imaginaban

Passucci cumplió 199 partidos en la primera de Boca, pero de todos esos partidos, los que más disfrutó fue en los que tuvo como compañero a Maradona.

Sobre su experiencia con el Diez. Roberto comentó que «uno de los encuentros que más recuerdo fue el empate con Racing en la última fecha, cuando salimos campeones en el 81 y dimos la vuelta en la Bombonera con Diego. Y ya se veía que el era un jugador distinto, no nos imaginábamos que iba a llegar a ser el monstruo que fue. En ese momento sólo lo veíamos en un crecimiento permanente y con mucha prensa», aseguró.

«En los entrenamientos siempre inventaba algo. Maradona nos ridiculizaba, el llegaba y tiraba una fantasía y decía «hacela ahora vos», y te tiraba la pelota, y nosotros respondíamos «no, que la haga otro», finalizó sonriente.

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