La producción de seda natural, una alternativa en Misiones

Entre los factores positivos se encuentran el bajo costo de producción y el buen clima que permitiría trabajar 11 meses al año. Además cuenta con moreras con hojas, que son el alimento de gusano de seda.

La elaboración de seda natural se vislumbra como una nueva alternativa de producción en Misiones. Así lo destacaron en las VIII Jornadas Nacionales de Sericicultura que se desarrollaron en la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales de la Universidad Nacional de Misiones (Unam). En las mismas estuvieron presentes trabajadores e investigadores de La Pampa, Jujuy, Formosa, Buenos Aires y Córdoba, y también de Brasil, Paraguay y Uruguay.

El principal factor que posibilitaría el crecimiento de la actividad es la Ley Nacional 25.747 para la Promoción y Producción del Gusano de Seda, que permitirá a los pequeños productores tener un respaldo al momento de iniciarse en la actividad sericícola.

«Esta nos ofrece un marco legal para trabajar y pedir el apoyo del Gobierno, lo que nos va a permitir avanzar mucho en lo que es la producción de seda natural en el país», destacó el coordinador general de las jornadas, Horacio Walantus.

«Hoy con la ley sumado a convenios que hemos firmado con Italia y otros países integrantes de la Red Andina de la Seda, estamos confiados en que este será el año del crecimiento de la actividad, no solo en Misiones sino también en distintas provincias», agregó.

Por otra parte, Walantus destacó que «la gran ventaja de Misiones es que tenemos moreras con hojas, que son el alimento de gusano de seda (Bombyx mori), prácticamente todo el año, lo que nos pone en una posición muy favorable»

Walantus también adelanto que con el objetivo de potenciar la actividad sericícola en la provincia ya se está pautando un acuerdo para «lograr que dentro de la Biofábrica se obtengan plantines de moreras y así el productor tenga un material certificado, ya que para que el gusano de seda crezca normalmente las hojas de mora deben poseer un alto contenido proteico, no se tienen que secar rápidamente, ni perder la humedad. Además deben tener un tamaño que facilite la recolección por parte del productor».

Actividad de bajo costo

Uno de los puntos a destacar en la producción de seda es el bajo costo de producción. «La producción mínima requiere de una parcela para plantar moreras y una habitación con una dimensión de 4 por 4 metros y 3 de altura para la cría de los gusanos».

«Pensamos que es una actividad alternativa para los productores de la provincia que en determinadas partes del año están sin trabajar ya que no es el momento o la etapa para trabajar con su producto habitual, entonces la actividad sericícola se convierte en una actividad complementaria», señaló Walantus.

La seda es el principal producto de la actividad sericícola pero también se pueden comercializar los capullos y las sedas de segunda calidad. Además los productores pueden utilizar la fruta de la morera para hacer dulces, mermeladas y licores, así como la corteza del árbol para la producir papel.

En lo que respecta al precio de la seda, Walantus comentó que «es un producto de mucho valor a nivel internacional, pero que varía según los contextos particulares de cada región».

«Hoy el gran tema de la seda en la Argentina es que no hay producción. Las grandes diseñadores y las empresas textiles requieren el producto pero nadie les vende, por lo que en nuestro país el precio lo fija la oferta y la demanda. Cualquier productor que tenga capullos y seda va a poder insertarlos en el mercado sin ningún problema y al precio que quiera porque los costos internacional no van a correr en la Argentina hasta tanto no tengamos una producción suficiente para que la demanda baje», concluyó el rerefente de la organización.

Legislación

Durante las jornadas también estuvieron presentes representantes del Instituto Nacional de Tecnología Industrial, quienes expresaron sus expectativas de que mediante la ley que promueve las actividades sericícolas, más trabajadores agrícolas la sumen a su producción.

«A partir de ahora las instituciones y organismos oficiales como las universidades, el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) y la secretaría de agricultura, pueden incluir en sus presupuestos anuales esta actividad. Por lo tanto está todo el respaldo de poder hacer las erogaciones, inversiones y capacitaciones. También permitirá traer a especialistas, realizar viajes, comprar equipos y recibir subsidios», destacó el ingeniero del INTI Carlos Enciso.

«La ley contempla que al productor que desea iniciarse en este emprendimiento, se le pueda realizar un adelanto o pagar parte de su inversión», explicó Enciso.

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