Para la reproducción, lo ideal es contar con toros no muy pesados

El doctor Víctor Lestani aconsejó evitar seleccionar animales gordos para la reproducción. «Debe ser liviano, con aptitud reproductiva y es primordial evaluar la estructura y conformación de los testículos», dijo.

Experiencia. “Cuidar el peso al nacer es muy importante, pero es necesario lograr un equilibrio”, opinó Lestani.

Experiencia. “Cuidar el peso al nacer es muy importante, pero es necesario lograr un equilibrio”, opinó Lestani.

La elección de los toros a incorporar en el rodeo es una decisión clave dentro del manejo de un establecimiento de cría. El grado de acierto en esta acción se verá reflejado no solamente en el momento de la cosecha de los terneros, sino también en la calidad de las futuras generaciones de hembras de reposición.

En los últimos quince años hubo un avance importante en las evaluaciones genéticas de toros en la Argentina, pero es necesario que el productor y su asesor hagan un manejo adecuado de la información en favor de la rentabilidad de la explotación.

Para clarificar algunas de las dudas acerca de esta necesidad, el doctor Víctor Lestani, de la Estancia Las Lilas de Buenos Aires, se refirió a la «selección y manejo de toros a campo» en el marco de la jornada ganadera desarrollada en Montecarlo días atrás.

El especialista advirtió que la selección del animal reproductor es clave en todo el proceso de reproducción vacuna. Como punto de partida y a nivel general se debe evaluar la aptitud reproductiva del animal, ya que «el factor más importante para la rentabilidad del negocio de la cría es la fertilidad».

En ese sentido, Lestani resaltó que es primordial evaluar «la estructura y conformación de los testículos del reproductor. Es decir que tenga un buen estado y corrección física».

Hizo hincapié en que el toro a seleccionar debe demostrar habilidad para el servicio, que sepa desenvolverse» al tiempo que insistió en que «el tamaño del aparato reproductor es un punto clave en el proceso de reproducción; cuando más grande, mejor», aclaró.

El linaje del vacuno también es un factor a considerarse. Y en este punto, el conocimiento del pedigree (indica la «pureza» de un toro de determinada raza) es una de las armas más poderosas que tiene el productor para reducir el grado de error a la hora de elegir los padres. Para Lestani al contar con la «historia» de dos o tres generaciones anteriores «ya es posible determinar la consistencia de cualquier dato productivo del toro».

En otro tramo de su charla y al ser consultado sobre cuál debería ser el tamaño del animal destinado a la tarea de apareamiento, el especialista respondió que «por lo general deben ser robustos pero no gordos».

En ese sentido, aconsejó a los casi 300 ganaderos misioneros que se dieron cita a la jornada que lo ideal para el caso de Misiones es contar con toros no muy pesados, de tal manera que pueda realizar su tarea correctamente.

«Si es muy gordo corre el riesgo de agotarse fácilmente porque el clima misionero sufre la ausencia de corrientes de aires en la superficie lo que dificulta su trabajo. Es más, hasta se puede lesionar», aseguró.

«En consecuencia, la dieta alimentaria debe ser justa, nada de excesos. Incluso, hay que evitar mezclar los animales jóvenes o livianos con los más antiguos pesados porque se lesionan unos a otros», agregó.

«En general se buscan toros con bajo peso al nacer, alto peso al destete y alto peso final. En la mayoría de los casos esto es correcto, pero cada situación requiere su análisis. Muchos establecimientos seleccionan exageradamente por bajo peso al nacer y producen animales chicos y con escasa musculatura. Cuidar el peso al nacer es muy importante, pero es necesario lograr un equilibrio», finalizó.

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