Después de Semana Santa, comenzará a discutirse un proyecto de ley de Salud elaborado por Sandra Giménez y Edmundo Soria Vieta. Entre los ejes: financiamiento, derechos y obligaciones y educación sexual.
Especialidades. Sandra Giménez y Edmundo Soria Vieta fueron los autores del proyecto de ley que será debatido.
[su_note note_color=»#cdcdcd»]Tras varios años de postergaciones, ahora hay consenso para avanzar con la ley[/su_note]Tras el breve receso por Semana Santa, la Cámara de Diputados comenzará finalmente a debatir un proyecto de ley provincial de Salud que promete fuertes cambios como la incorporación de derechos y obligaciones y varios puntos conflictivos como la adhesión a la ley federal de planificación familiar y la posibilidad de que los hospitales públicos puedan realizar ligaduras de trompa y vasectomías.
Pero fundamentalmente, la ley tendrá varios ejes para garantizar en el tiempo el crecimiento de la inversión en salud: inicialmente, se establecerá un mínimo del diez por ciento del presupuesto general de la Provincia que deberá ser destinado al sector y se discutirá sumar progresivamente un punto más por año hasta alcanzar al quince por ciento. Asimismo, se pretende fijar en la ley la continuidad del Seguro Provincial de Salud.
El proyecto, redactado en conjunto por los médicos Sandra Giménez y Edmundo Soria Vieta, también tiene cambios en la concepción de salud, que ya no será sólo la ausencia de enfermedad, sino el estado de bienestar físico, mental y social completo.
Si se aprueba la ley -lo que se descuenta por la mayoría oficialista-, la política de salud se regirá por la «universalidad, la equidad, la calidad, la eficiencia, la efectividad, la sustentabilidad, la participación y la integración funcional de entidades públicas o privadas».
Entre los ejes prioritarios aparecen la atención primaria, la vigilancia epidemiológica, la atención de la salud de embarazadas, madres y niños, la salud sexual y la reproductiva «responsables» y la regulación y control de la producción y comercialización de los medicamentos.
Después de una larga lista de derechos, también se establecen las obligaciones entre las cuales aparecen las acciones tendientes al mejoramiento, conservación y recuperación de la salud de las personas a cargo, prácticas de higiene, responsabilidad en la educación sexual de personas a cargo, dar información veraz sobre antecedentes epidemiológicos y denunciar cualquier enfermedad que conlleve un riesgo para la salud pública, aún cuando comprometa su privacidad.
El objetivo es que la ley sea aprobada este año y hay consenso entre los diputados y el Ejecutivo para avanzar en la reformulación de la política de salud. Sin embargo, seguramente habrá fuertes debates con la Iglesia y otros sectores políticos y sanitarios.
Postergaciones
El proyecto de ley que será debatido próximamente, tiene varios antecedentes y postergaciones. Hubo al menos tres proyectos integrales de ley de Salud Provincial que fueron a parar al archivo: dos de los diputados Sandra Giménez y Edmundo Soria Vieta -que ahora lo redactaron en conjunto- y uno del actual senador Luis Viana.
Para el texto actual, los diputados aclaran que «fue diseñado, estudiado y evaluado desde hace más de tres años, investigando las realidades de todos los sectores, por un equipo encabezado por el ministro José Guccione, y otras autoridades».
Los dos autores tienen una maestría en gerencia y administración en servicios de salud.
El radical Soria Vieta ya se recibió y la renovadora Sandra Giménez acaba de culminar su tesis para obtener el título.
Una necesidad
El sector salud, junto a otras áreas sociales, ha recibido una fuerte inyección de recursos en los últimos años, pero la idea de fijar un porcentaje fijo en el presupuesto, garantizará la solvencia en el tiempo. Los esfuerzos nunca son suficientes y hay temas que necesitan ser debatidos con urgencia: Misiones necesita adoptar la educación sexual y contar con mecanismos que eviten embarazos indeseados en casi niñas. En la provincia hay un promedio anual de 200 madres que no superan los 14 años.
Una ley de educación sexual y de distribución de anticonceptivos ya fue frenada hace algunos años por la fuerte presión de sectores ligados a la Iglesia. Pero la provincia no se puede dar el lujo de que las clases sociales más bajas no tengan acceso a una buena educación sexual.
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