La obra pública distribuyó 300 millones en salarios en 2006

Un estudio del Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional sostiene que el 70 por ciento de la inversión en obra pública deriva directa o indirectamente en el sueldo de los obreros, que además están en blanco.

Trabajo.La obra pública distribuye recursos en forma directa a los trabajadores y en forma indirecta impacta en el consumo.

Trabajo.La obra pública distribuye recursos en forma directa a los trabajadores y en forma indirecta impacta en el consumo.

[su_note note_color=»#cdcdcd»]Hace tres años el salario promedio era de 350 pesos y hoy ronda los mil o 1.500 pesos[/su_note]La construcción fue uno de los sectores con mayor crecimiento durante 2006 en todo el país y en Misiones, la obra pública no solo creció, sino que creó un efecto derrame impactante: 300 millones de pesos en salarios y seguridad social. Según un estudio oficial del Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional, el 70 por ciento de la inversión en la construcción de viviendas, fue directamente a salarios de los obreros de la construcción e indirectamente a trabajadores de otras ramas relacionadas, como areneros, metalúrgicos, madereros. Según el estudio, el comercio es el principal beneficiado por el incremento salarial en la construcción.

El documento del Iprodha sostiene que el 55 por ciento de lo invertido en la construcción de viviendas por parte del Estado va a parar directamente en el salario de los obreros de la construcción, que además cuentan con seguridad social. Otro 15 por ciento iría en salarios de toda la cadena de la construcción, lo que completaría un 70 por ciento de fondos que desembocan también en la seguridad social y el seguro de desempleo.

Tras la recuperación de la crisis económica, el Estado exige a las empresas constructoras que los trabajadores estén en blanco, así como los proveedores.

«El resto del dinero invertido, va a consumo directo», señaló el presidente del organismo, Santiago Ros. El año pasado, el Iprodha invirtió 450 millones de pesos en la construcción de viviendas, lo que representan 300 millones en salarios en forma directa e indirecta.

Un obrero de la construcción en los escalafones más bajos, gana un promedio de 1.500 pesos mensuales, en tanto que un oficial ronda 2.000 pesos. El impacto es mayor si se tiene en cuenta que hace tres o cuatro años, en el pico de la crisis económica, un obrero ganaba 350 pesos mensuales o estaba desocupado. El 40 por ciento de los trabajadores de la construcción vivía de un seguro de desempleo, mientras que hoy más del 60 por ciento está en actividad constantemente y con una proyección de crecimiento. El informe indica que el 60 por ciento del salario de los obreros de la construcción va a parar en la compra de alimentos y el resto en indumentarias y servicios. A través de las constructoras, el Iprodha mantuvo una plantilla en blanco de 8.500 obreros de la construcción por mes, lo que equivale a un impacto directo en más de 40 mil personas teniendo en cuenta el grupo familiar. El año pasado se entregaron 6.500 viviendas del Iprodha, más otros miles de mejoramientos ocupacionales, planes Techo y otros programas habitacionales.

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