«En los sectores populares me reciben con los brazos abiertos»

El ministro de Bienestar Social asegura que la gestión es lo mejor para mostrar a la sociedad. Sostiene que las críticas en su contra provienen de sectores económicos hegemónicos. Su opinión sobre la oposición y la búsqueda de consenso en el oficialismo.

Ricardo Escobar asegura que la gestión es la base para mostrar a la sociedad y que su candidatura a gobernador molesta porque se opone al poder económico tradicional. El ministro de Bienestar Social es uno de los más cuestionados dentro del Gobierno, pero opina que las críticas obedecen a una oposición encarnizada y que la administración de su cartera no tiene nada que esconder.

«No tengo denuncias penales como dice el diputado Jorge Galeano ni irregularidades en el manejo de los fondos como el Hambre es Más Urgente. La prueba está en que los fondos siguen llegando», dice con seguridad.

Insiste en hablar de la gestión y muestra logros como la menor cantidad de asistentes a los comedores comunitarios o la erradicación de «la pelea por la comida». «No hay nuevos desnutridos en Posadas como asegura el intendente Jorge Brignole -quizás su enemigo político número 1-. Están los crónicos, pero este último año, hemos hecho el seguimiento en las colonias de vacaciones y no hay nuevos casos».

Para Escobar, la clave para mejorar la asistencia social fue la puesta en marcha de las cocinas centralizadas, que suplantaron a los comedores barriales. «Los que se quejan son punteros políticos, pero la gente está muy conforme», señala.

La entrevista se realiza en su casa con vista al río sobre la Costanera. «No es una mansión. La compré hace más de diez años cuando esto era una villa y lo único que hice fue reformarla», explica para refutar las acusaciones.

¿Por qué quiere llegar a ser gobernador?

Tengo más de 30 años de militancia política. He sido leal al gobernador Carlos Rovira desde que volví a la Provincia. Nunca dejé de dar lo mejor que puedo para la sociedad misionera. ¿Por qué no el hijo de un obrero en la Gobernación?

¿Cree que se está dando una especie de reivindicación política, que llegó la hora de los militantes de los 70?

Sí, sin dudas, los que sobrevivimos a la dictadura tenemos un espacio político con el Presidente Néstor Kirchner, pero también antes con el gobernador Rovira, que abrió su Gobierno a hombres que pertenecimos a esa etapa.

Paradójicamente, otro hombre que también padeció la cárcel durante la Dictadura hoy es candidato opositor con severas críticas al Gobierno…

Son cosas de la política. Pero Esteban Lozina llegó a donde llegó gracias a la Renovación. Hay que tener coherencia y entender que no sirven los personalismos en la construcción colectiva mejor que lo que tenemos ahora.

Algunos candidatos u hombres del oficialismo eligieron diferenciarse del Gobierno de cara a las elecciones de octubre. ¿Qué postura tiene usted?

Reitero, hay que ser coherente. No puede dejar de defender a este Gobierno y al gobernador que es uno de los mejores con cosas fundamentales para la Provincia. Podemos discutir algunas cuestiones, pero hay que tener la certeza de que siempre se partió de una base de apuntar a la justicia social y a una mayor democratización. El que se aparta lo hace por ambiciones personales.

¿Sabe que es uno de los hombres más cuestionados del oficialismo y que su campaña encontrará muchos golpes?

Sí, pero ¿cuestionado por quién? Son intereses políticos muy definidos. Galeano, Brignole, los medios que no van a apoyar nunca a quien se opone a los grupos económicos y al poder establecido. No hago política para caerle bien a todo el mundo, pero en los sectores populares me reciben con los brazos abiertos y la candidatura llegó por aclamación y unanimidad de las bases.

¿Habrá consenso en la Renovación o la candidatura se definirá en internas?

Habrá consenso si compartimos el compromiso de profundizar las políticas iniciadas por el Gobernador Rovira, con el hombre como elemento central de la política.

Escobar tiene 47 años, siete de los cuales los pasó detenido por la última dictadura. «Siete años y dos meses», aclara porque no quiere «regalar» esos dos meses. Fue detenido el 23 de octubre de 1976 y liberado el 28 de diciembre de 1983, cuando ya había vuelto la democracia. El triunfo de Raúl Alfonsín lo escuchó por radio en el Penal de Rawson. Pese a ser un peronista, asegura que tiene un profundo respeto por los radicales y agradece especialmente la atención del ex gobernador Ricardo Barrios Arrechea, quien lo recibió -junto a otros presos políticos- cuando fue trasladado a Misiones y luego le dio trabajo y vivienda a muchos de los que padecieron las horas más oscuras de la historia argentina.

Hincha fanático de Boca Juniors, tiene una gran contradicción deportiva, ya que también lo apasionan los colores de Guaraní Antonio Franco. Lector de Gabriel García Márquez y de Dostoiewski, a quien conoció en la cárcel. Escobar dice que busca «humanizar» la política.

Hay algunos dramas sociales que no se solucionaron con el crecimiento económico, como la pobreza, el trabajo en negro, la poca estabilidad laborar.

¿Qué haría en caso de ser gobernador?

Debe haber un Estado más presente en toda la cadena productiva para generar empleo, fortalecer las políticas de control y exigir a los poderosos que cumplan con los precios pactados en las mesas de concertación y con el trabajo en blanco. También se deben fortalecer las instituciones intermedias como las cooperativas o las organizaciones sociales desde la base, para que sepan defenderse ante las injusticias del sistema.

¿Cree que la última derrota electoral hará mella en el oficialismo en las elecciones?

No si acertamos en la propuesta política. Hay que humanizar a la política. Hay que buscar más diálogo y debate. Se debe profundizar la lucha contra los monopolios, que es lo que la gente quiere y acompañó antes.

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