El dengue no perdona, aumenta la lista de ricos o famosos que padecen el mal en Paraguay

El dengue se ha vuelto una enfermedad «democrática» a todos por igual, a ricos o a pobres, ya no hace distinción. Pero el hecho de que también la padecen los más poderosos del país, desde el hijo del presidente Nicanor Duarte Frutos hasta el ministro de la Corte Suprema de Justicia, Antonio Fretes, o el político encuestrista Emilio Camacho, todos han caído víctimas de la epidemia. La epidemia se ha vuelto tan incontrolable en el país que ya no distingue a los ricos de los pobres. A la muerte de la jefa del departamento de enfermería del ministerio de Salud Pública falleció hoy viernes víctima del dengue, ahora se suma al ministro de la Corte Suprema de Justicia, Antonio Fretes, también está aquejado del mal «rompehuesos».

Otro que no se salvó de padecerla fue el político opositor del Encuentro Nacional, Emilio Camacho, quien permaneció postrado en cama durante 8 días, por los fuertes síntomas del mal.

Y aunque los voceros del Palacio de López se apresuraron en desmentirlo, se comenta a voces que el segundo hijo del presidente

Nicanor Duarte Frutos, Héctor, también está enfermo de dengue.

Aún así, las autoridades gubernamentales se empeñan en seguir sosteniendo una campaña de lucha contra la enfermedad que a todas luces ha resultado un fracaso total. El hecho ya ha traspasado las fronteras del país y todos apuntan a Paraguay como un país peligroso de visitar, para no contraer el mal.

Días atrás, también se informó que la esposa del presidente del Partido Patria Querida, Pedro Fadul, estuvo internada en el Migone con un severo cuadro de dengue.

Otras personalidades destacadas de nuestra sociedad que han sufrido el mal son Miguel Ángel Martínez Yaryes y doña Clara Benza de Garófalo, cuyas vidas lastimosamente se perdieron a causa de la incontrolable epidemia que afecta el país. También existen jugadores y técnicos de fútbol que se encuentran padeciendo el mal.

INSECTICIDAS VENCIDOS. Un informe de la agencia internacional AP indica que el contralor general de la nación, Octavio Airaldi, denunció en conferencia de prensa que el 2005 «se utilizó insecticida vencido en la oficina estatal de lucha contra enfermedades infecciosas». Dijo que el hecho fue denunciado a la fiscalía.

Agregó que unos 10.000 litros del un químico carecían de poder para matar las larvas de los mosquitos transmisores de las enfermedades dengue y paludismo.

Carlos Romero, director de fumigaciones del ministerio de Salud, desmintió al contralor y lo desafió a un enfrentamiento en los estrados judiciales.

Los informes oficiales indican que sólo en enero y febrero de 2007 hubo 15.000 enfermos registrados pero la cifra real sería de 150.000, según los propios médicos, debido a que la población en general tiene el hábito de automedicarse, negándose a reportarse en los puestos públicos de salud.

En este año hubo cinco muertos por dengue hemorrágico y un número similar de víctimas por dengue visceral.

El transmisor del mal es el mosquito Aedes agyptis que se reproduce en agua estancada. Los síntomas del dengue son fuertes dolores de cabeza y de las articulaciones, fiebre, vómitos y diarreas.

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