En febrero exportarán aceite de tártago elaborado en Santo Pipó

Los primeros embarques tendrán como destino Francia, Inglaterra, Alemania y los Estados Unidos. La fábrica tiene una capacidad de producción cercana a los 30 mil litros por día del aceite. Las inversiones realizadas en tecnología le permite salir al mercado con un producto que cumple con las reglas internacionales .

Tras cinco años de estar paralizada, la fábrica de elaboración de aceites en Santo Pipó reinició su actividad a mitad de 2006 y para el próximo mes tiene previsto realizar los primeros envíos de aceite de tártago a Europa y Estados Unidos.

El histórico complejo industrial de Santo Pipó estuvo paralizado por cinco años y ahora con un préstamo del estado provincial de casi 2 millones de pesos, el empresario Roberto Dombrowski comenzó a elaborar aceite de tártago y soja. También proyecta procesar algodón proveniente de Chaco, y en el futuro jatropha, una oleaginosa de origen africano.

«Las primeras partidas saldrán hacia Francia, Inglaterra, Alemania y Estados Unidos», aseguró el propietario de la empresa Roberto Dombrowski.

Con las maquinarias existentes se puede procesar casi cualquier tipo de grano con el sistema de extracción por solventes. Las posibilidades comerciales del tártago son innumerables aseguran los autores del proyecto, ya que el ricino tiene utilidades en la industria farmacéutica, de pinturas finas, plásticos, entre otros. Inclusive no es conveniente venderlo para biocombustible, ya que se paga mejor para estos otros usos.

Como parte de reactivación del complejo industrial se incorporó una maquina para refinar el aceite que se obtenga, y otra para producir biodiesel. Estas dos permitirán darle valor agregado a la producción obtenida, llegando al mercado con un aceite que cumple con las reglas de los más exigentes. Según explicó el empresario a este diario, «se obtendrá un producto que cumple con las normas de países como Francia. Se mejora el color, se baja la acidez, y desodoriza el aceite. Ya va a salir en unos envases especiales».

En cuanto al rendimiento, pudieron obtener un 48 por ciento de óleo de las semillas de tártago, que asegura es un buen promedio. En la fábrica se podrá obtener 30 mil litros por día del aceite.

En estos momentos la empresa cuenta con 21 empleados directos. El empresario asegura que en el año 1996 modificó la fábrica, «hicimos algunos injertos y aumentamos la producción. Pasamos de 15 a 60 toneladas de aceite. No me quedó otra cosa que invertir, me fue muy bien. Teníamos la confianza de clientes de Estados Unidos y Holanda, nos anticipaban el dinero, como anticipo de exportación. En esa apoca estábamos cerca de los 40 empleados. Facturábamos 2 millones y medio de dólares».

Ayuda Estatal

Ante la intención de reactivar su industria Dombrowski afirma que «no tenía posibilidad de volver a arrancar la fábrica si el gobierno no me prestaba, ya ni en los bancos ni el extranjero puedo conseguir. Dos millones no es mucho dinero para una fábrica. Desde mediados de año comencé a arreglar de nuevo. A su vez hay un contrato donde me comprometo a hacer ciertos productos».

El estado provincial otorgó un crédito, en varias etapas, a la empresa por casi 2 millones de pesos para la reactivación de la fábrica de aceite. Hasta el momento fueron desembolsados poco más de 1,5 pesos a través del Instituto de Fomento Agropecuario Industrial (Ifai). El primer pago se oficializó en el decreto 457 por 600 mil pesos en el mes de abril del año 2006, luego en septiembre se otorgó a la empresa 500 mil pesos según el decreto 1404 y por último el Estado acreditó 450 mil pesos, decreto 2371 de diciembre último.

El otorgamiento del préstamo, a la propuesta de reactivación y puesta en funcionamiento de la Fábrica de Aceite de Soja en Santo, Pipo fue aprobado por el gabinete económico productivo en el año 2005. También fue suscripto un convenio entre el Ifai, la Cooperativa Frigorífico Alem (Cofra) y Dombrowski. El proyecto de reactivación demandará una inversión de 1.980.600 pesos.

Problemas con Afip

Según relata Roberto Dombrowski «en el 2001 se paró la fábrica por una decisión arbitraria de la Afip Posadas. Por una ley nacional yo estaba exento, del pago del ITC (Impuesto a la Transferencia de Combustibles) por el solvente y en el 2001 recibo una carta documento, donde me quita la exención y me inician una demanda con retroactividad por todo lo que compré en los cinco años anteriores».

En el proceso que utiliza la fábrica es fundamental para la trasformación de la materia prima un solvente, que en ese caso de trataba del hexáno, que no pagaba el ITC, como en algún momento no lo hicieron los posadeños e iguazuenses por los combustibles de sus vehículos.

El empresario no pudo cumplir en ese momento con los pedidos que tenia en el exterior, y según asegura esos clientes no se recuperan. Además «tenia 6 mil toneladas de tung que no lo pude procesar y se perdió. Tenia la fabrica, los empleados, la materia prima, los clientes esperando. En ese entonces ningún funcionario salió a ayudarme. Tenía toda mi plata invertida en la fábrica. La Afip tardó un año y medio en reconocer su error».

Historia

La fábrica fue creada por suizos inmigrantes con la finalidad de hacer aceite de tung, hacia el año 1946, se trabajo bien hasta que fue afectada por la famosa circular 1050 (del Banco Central, en los tiempos de José Martines de Hoz) en 1980, allí se fue a quiebra. Hasta ese momento se llamo «Tungoil de Santo pipo», Después se llamó «Pipoil» y desde que Roberto Dombrowski esta al frente de la empresa desde el año 1996 se llama «Aceitera Santo Pipo». En el 2001 se paró la fábrica por una resolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos.

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