Esta mañana se reunieron en la capilla Jesús de Nazareno los vecinos del barrio La Dolores afectados por el conflicto con la comunidad gitana, derivada por el crimen de uno de ellos a manos de un comerciante de la avenida Quaranta. En la reunión estuvieron presentes además, el jefe de la Unidad Regional XI, de la comisaría octava, de la policía comunitaria, entre otras autoridades. Los vecinos elaboraron un documento que será elevado con copias a la Municipalidad de Posadas, al jefe de la Policía provincial y a las dependencias policiales de la jurisdicción, además al Ministerio de Gobierno, al Juez y la Fiscalía en turno.
En el mismo reclaman que se arbitren los medios para que «la comunidad gitana asentada en la zona cumpla con las normas mínimas de convivencia reglamentadas a través de las normas vigentes en el municipio», debido a que la comunidad gitana infringe en forma recurrente y reiterada las normas de tránsito, de seguridad, de seguridad, el ordenamiento de manos y ruidos molestos».
Según el borrador del documento hecho público consideran en ese sentido que la Comuna «debe ser garante a través de acciones de contralor del cumplimiento de normas establecidas por ordenanza y a fin de asegurar una mayor calidad de vida a los vecinos».
Y aseguran que «hoy la convivenia es insostenible a raíz de diversas acciones cotidianas como constante atropellos y amenazas de muerte hacia los vecios, nulo respeto de normas de tránsito, con menores de edad al volante, con vehículos de la comunidad gitana que circulan a contramano, pasan semáforos en rojo, realizan picadas durante el día y además el barrio está constantemente expuesto a maniobras de amenazas por vehículos conducidos por miembros de la comunidad gitana, atropellos y robos a comerciantes de la zona».
