La APN escuchó los reclamos de los sectores que pretenden frenar la licitación del servicio de lanchas en Cataratas y se tomará hasta abril para buscar un acuerdo. La nueva demora permitiría que la actual concesionaria facture unos 8 millones más. Desde el organismo nacional indicaron que la licitación que ya lleva 17 meses de retraso no se completará antes de abril. Funcionarios de la Administración de Parques Nacionales (APN) no ofrecieron respuestas al grupo de guías de turismo, fotógrafos y agentes de viajes que mantiene frenada la licitación del servicio de aventuras naúticas de Cataratas, en cambio se limitaron a escuchar sus reclamos y prometieron «evaluar la situación». Indicaron que las negociaciones para destrabar el proceso licitatorio se mantendrán al menos hasta abril próximo, lo que permitirá que la actual concesionaria continúe explotando un negocio cuya facturación estimada para el primer trimestre del año supera los diez millones de pesos. La empresa en cuestión opera el servicio desde hace más de 17 meses gracias a extensiones de contrato otorgadas en forma directa por la ANP.
La polémica por el servicio de botes de Cataratas se inició en julio de 2005, cuando venció el contrato adjudicado en licitación pública a la actual concesionaria – la firma Iguazú Jungle Explorer, de Eduardo Arrabal- y Parques decidió prorrogarlo en forma directa en vez de llamar a una nueva licitación que permitiera a otras empresas competir por el lucrativo negocio.
A comienzos de diciembre pasado, tras más de 17 meses de prórroga, la APN finalmente llamó a licitación, pero el proceso se interrumpió a causa de una presentación judicial impulsada por la Asociación de Guías de Turismo de Iguazú (Aguiaty), entidad que reclama la modificación de los pliegos. Posteriormente, grupos de fotógrafos y agentes de viajes apoyaron los planteos de los guías, mientras que desde otros sectores empresarios indicaron a la actual concesionaria como la promotora de las acciones que frenaron la licitación que podría apartarla del negocio.
Para buscar un acuerdo que posibilite la continuidad del proceso licitatorio, llegó a Iguazú José Guedes Santos, director general de Coordinación Administrativa de Parques. Tras reunirse con los grupos que se oponen a la licitación, aseguró que la entidad nacional está «conforme» con la actual concesionaria y calificó como «legítimos» a los planteos formulados por los guías a los pliegos elaborados por la oficina que él mismo dirige.
El funcionario se limitó a escuchar las quejas, prometió formar una comisión para evaluarlas y garantizó a la empresa de Arrabal la continuidad de la operación de las lanchas hasta abril próximo. Aseguró que a partir de ese mes la concesión no se prorrogaría bajo ninguna condición, aunque no queda claro cómo el organismo encontrará un nuevo prestatario si antes no se ocupa de agilizar las negociaciones para llegar a un acuerdo que permita continuar con el proceso de licitación actualmente suspendido.
En tanto que desde la Aguiaty se quejaron por una «absoluta falta de respuesta» por parte de la APN ante los reclamos formulados en la reunión y aseguraron que continuarán haciendo cuanto esté a su alcance para mantener congelada la licitación hasta tanto el organismo no incluya en los pliegos las modificaciones que piden.
Los guías explicaron que sus reclamos apuntan a conservar sus fuentes de trabajo, en concreto se quejan porque en los pliegos no se impide en forma explícita que la empresa que resulte ganadora ocupe personal propio para guiar a los turistas durante las excursiones naúticas.
Mientras que la Administración de Parques Nacionales maneja con ritmo cansino los tiempos de la licitación del servicio de aventuras naúticas, la actual concesionaria que mantiene el servicio gracias a las demoras del organismo nacional, continúa obteniendo importantes beneficios a pesar de que su contrato original venció hace más de 17 meses.
Si bien no se conocen con precisión los números porque tanto la empresa como la APN se niegan a difundirlos, estimaciones realizadas en base al número de personas que recibe el Parque Cataratas, el porcentaje de visitantes que contrata las excursiones y el precio promedio de las mismas indican que la nueva demora de tres meses en la licitación permitiría que la concesionaria facture alrededor de ocho millones de pesos, mientras que en los 17 meses que continuó operando gracias a permisos especiales de la APN habría facturado más de 45 millones.
