Los integrantes de la comunidad gitana de Posadas suspendieron una protesta que tenían previsto realizar frente al edificio donde funcionan los Juzgados de Instrucción, para reclamar el procesamiento del comerciante Antonio Altamirano, quien el domingo mató a Alfonso Traico y baleó a Leo Traico. Tres gitanos llegaron hasta el despacho del juez de Instrucción en turno, Horacio Gallardo, quien les aseguró que el autor de los disparos seguía detenido y que había ordenado una serie de medidas en el marco de la investigación que lleva adelante.
Uno de los paisanos les aseguró que iban a suspender la protesta «de 200 gitanos» que tenía previsto realizar frente al edificio ubicado sobre la calle Santa Fe, entre Buenos Aires y Rivadavia.
En tanto los familiares del gitano asesinado no lograr superar el dolor por la pérdida de su pariente y claman por justicia. El padre de Alfonso Triaco sentenció «si yo no puedo ver a mi hijo que él (por el comerciante que está preso) tampoco pueda ver a los suyos». En tanto la viuda de 32 años en medio de sollozos dice «han matado a mi marido» y se pregunta «¿ahora cómo voy a dar de comer a mis (7) hijos?».
