Aseguran que es exitosa la venta de vinos de Misiones

Se estima un aumento en la producción para este año. También se anticipa una mayor cosecha de vid ya que estarán disponibles nuevos parrales. Con la comercialización asegurada de las 1.632 botellas que le correspondía, la productora de uvas Mirta Nolasque está conforme con el resultado de la calidad del vino producido y la posibilidad formalizar una actividad que es tradicional en su familia. «Prácticamente la cosecha está vendida», expresó al ser consultada sobre la venta de las botellas que se podrán adquirir en la cadena de supermercados California de Posadas, un restaurante (parrilla Los Troncos) de Oberá o en el domicilio de Nolasque, en el municipio de 25 de Mayo.

Las botellas se están vendiendo a 10 pesos en las chacras y a 13,50 en el supermercado posadeño. Según fuentes del INTA el costo rondaría los 6,50 pesos, que incluiría los costos de la botella, corcho, etiquetado y la uva pagada a 2,50 pesos, por lo que es de esperar que en el futuro baje el precio al consumidor final. La marca con la que se comercializa el vino es «Laterita».

Nolasque es una de los cinco productores que entregaron su fruta para realizar la primera producción de vinos en la bodega escuela de Cerro Azul. Según comentó «es un vino tinto, muy suave, con una acidez típica de la variedad que lo hace distinto» al referirse a las cualidades de la bebida. Los otros que entregaron las uvas son Pedro Ibachuta, Julio y Alfredo Koçur de Cerro Azul, Emilio Martinovich de Aristóbulo del Valle y Carlos Miller de Olegario Víctor Andrade. Algunos entregaron la variedad Isabel para la elaboración del vino tinto, y otros la Niágara Rosada para el blanco.

En esta primera experiencia, esta productora de 25 de Mayo entregó dos mil kilogramos de fruta de la variedad Isabel, cuyo rendimiento fue de 1.632 botellas de 750 centímetro cúbicos. «La que entregamos, fue la primera cosecha, por eso fueron pocos los kilogramos». En cuanto a la respuesta de los consumidores agregó que «la opinión de la gente es muy buena, la aceptación es buena». Inclusive concretó una venta antes que los vinos estén terminados, «hay un comprador que compro parte de la cosecha y nos pagó por adelantado» dijo.

Una tradición

Elaborar vinos en Misiones no es ninguna novedad, es una cultura que está muy arraigada, sobre todo entre los descendientes de inmigrantes europeos, que cuando llegaron a estas tierras trajeron sus gajos de vid y las plantaron en la tierra colorada. Como no tenían maquinarias o herramientas adecuadas, esos primeros colonos se las ingeniaron para construir ellos mismos las prensas o barriles, que muchos de ellos están guardados en algún galpón de las chacras misioneras, dignos de estar hoy en un museo.

El caso de Mirta Nolasque no escapa a esta historia, ella es descendiente de italianos y sus abuelos trajeron vides de ese país. La chacra donde hoy tienen los viñedos perteneció a los padres del esposo de la productora. «En esta chacra donde estamos elaborando vino vivieron mis suegros hace 70 años y ellos trajeron la costumbre de hacer vino y nosotros seguimos cultivando la costumbre», comenta.

A pesar de que la política del Instituto Nacional de Vitivinicultura fuera hace un tiempo atrás impedir de desarrollo de la actividad en otras zonas, fuera de la tradicional de Cuyo, en Misiones persistió la costumbre. Por supuesto, en forma clandestina. Los productores siempre hicieron su vino para autoconsumo y venta a vecinos y amigos. Con la puesta en marcha de la Bodega Escuela será posible que esta actividad pase a la formalidad, con las garantías que esto implica, sobre todo en la calidad de los vinos. Al ser consultada por LT 17 sobre la diferencia entre el vino que producían antes y el elaborado en la bodega Nolasque dijo que «se nota mucho, entre los dos hay una diferencia importante. Es todo, el olor, el sabor. Hay quienes prefieren el casero, pero la mayoría prefieren el elaborado en bodega. Ahora nosotros tenemos seguridad, que sale con mucha garantía, que es controlado por el INV, y está hecho por profesionales. Tomás un vino seguro que es apto para consumo humano».

Proyección

Mirta Nolasque asegura que la vitivinicultura «es una muy buena alternativa». Por ese motivo desde el emprendimiento que lleva adelante con su esposo proyectan plantar más vides. Muy convencida dice que «vamos a seguir plantando uva, ya plantamos Cabernet y Merlot, que son variedades europeas. Ahora esta entrenando en producción, esta madurando la variedad Riesling Renano». Con esta última variedad se elabora un vino blanco, fino que es apto para acompañar pescados. En cuanto a la adaptabilidad de esas variedades, que crecen muy bien en Mendoza, Nolasque comentó que en 25 de Mayo «están respondiendo muy bien al tratamiento fitosanitario, funcionan muy bien., la misma gente del INV se sorprendieron por el crecimiento, somos los únicos que tenemos sobre tierra colorada».

En esta próxima cosecha esperan producir los primeros vinos con al variedad Riesling Renano que ya entrarían en producción. En tanto que el Cabernet y el Merlot fueron injertados el invierno pasado por lo aún hay que esperar la próxima cosecha para ver los resultados. «Contamos con una cosecha segura de 7 mil botellas para la próxima de la variedad Isabel». En este emprendimiento apuntarán únicamente a la producción de vinos, no así al cultivo para fruta fresca. Inclusive proyectan construir su propia bodega, que estiman significará una inversión de 700 u 800 mil pesos, que permitirá asociarse a otros productores de la zona que también elaboran la bebida.

En la puesta en marcha de la Bodega Escuela que fue construido en la estación Experimental del INTA de Cerro Azul, con financiamiento del Estado provincial y asesoramiento de la Universidad nacional de Misiones se procesaron 6 mil kg de uvas de Misiones y 7 mil 500 de Mendoza, obteniéndose 8 mil litros de vino.

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