Gustavo Rebull regresó a Posadas luego de su intervención quirúrgica, determinada por la Justicia. Ahora en proceso de recuperación tiene el propósito de ayudar a todas las personas que padezcan esta afección.
En la lucha. Gustavo en su casa de la Chacra 32- 33 esperanzado en una pronta recuperación quiere ayudar a los demás.
[su_note note_color=»#cdcdcd»]Buscan crear un espacio para prevenir y tratar tanto la obesidad como los trastornos alimenticios[/su_note]Gustavo Rebull de 33 años permanece por estos días en su casa del Barrio Cristo Rey luego de realizarse un by pass gástrico. La intervención fue determinada por la Justicia tras varios pedidos por parte del interesado que padece de obesidad mórbida. Hoy atraviesa por el primer tramo en el camino de su recuperación, con el que dejó atrás casi 90 kilos, y quiere ayudar a los demás. «Quiero reunirme con el ministro de Salud, para poder presentarle el bosquejo de un proyecto para que en la provincia se cree una Subsecretaría de Lucha contra la Obesidad y los Trastornos en la Alimentación», dijo. Por otra parte, recordó que en tres provincias argentinas la obesidad es considerada una enfermedad y los tratamientos están contemplados en los planes médicos. El año pasado se presentó al Congreso de la Nación, con el aval del doctor Alberto Colmillot y la producción del programa televisivo Cuestión de Peso, un proyecto de ley con el mismo reclamo.
«Llegué el viernes antes de Navidad y desde entonces estoy en mi casa con mi familia. Mi actitud ante la vida es otra, dado que puedo movilizarme por cuenta propia y hasta andar en colectivo, cosa que hace unos meses no podía. En cuanto a la operación, lo que tengo son solamente palabras de agradecimiento a los profesionales del Hospital Argerich», contó Gustavo.
Por otro lado, recordó que antes de comenzar el tratamiento y que la Justicia autorizara la intervención, pesaba 320 kilos y que ahora está con 235.
Estará en Posadas durante el verano y volverá a la Capital en el mes de marzo.
«Ahora estamos en la etapa de las dietas blandas porque con el by pass gástrico se reduce la absorción de los nutrientes en un 20 por ciento. Es un proceso de adaptación porque hay una importante modificación en el tamaño y funcionamiento del estómago», explicó.
Lo programado, según comentó Gustavo, es que en un tiempo cercano, y tras continuar bajando, su peso sea de 150 kilos. Allí se le deberá practicar otra intervención quirúrgica para quitarse los colgajos (piel que le queda colgando tras perder gran cantidad de peso).
Por la estatura de Gustavo su peso de alta rondaría los 90 kilos.
«Se que aún resta mucho camino por recorrer pero estamos encaminados hacia la meta, por mí y por mi familia», dijo.
Solidaridad
Gustavo Rebull se hizo conocido hace un par de años por padecer de obesidad mórbida y tras hacerse pública su lucha para que desde el Estado se le brinde tratamiento. Tras haber logrado su cometido hoy, quiere hacer algo por los demás.
«Tengo un bosquejo para presentarle al ministro de Salud – José Guccione – para que se cree en la provincia un espacio, donde se prevenga y se trate a la obesidad. También que sea declarada una enfermedad como lo es en tres provincias del país. Pero que no se trabaje solamente con el tema del sobrepeso sino también con los trastornos alimenticios», indicó.
Por otro lado, convocó a quienes estén interesados o padezcan de esta afección a comunicarse con él para poder establecer una comunidad de ayuda al correo electrónico [email protected]. «Quiero ayudar a las personas», sentenció.
Cuestión de Peso
El problema de los trastornos en la alimentación se ha puesto en el tapete en los últimos tiempos debido a las muertes por obesidad mórbida o su opuesto, la anorexia. Lo que antes era considerada una afección propia de la adolescencia o de las modelos, hoy llega a afectar a los niños sin distinción de sexo. El año pasado en el programa televisivo Cuestión de Peso que se emite por Canal 13 se trabajó con personas con sobrepeso y todos los pormenores que sufre la gente que se excede en la tradicional medida 90- 60-90. Se evidenció la discriminación, la intolerancia y que la obesidad tratada se puede curar. Lo más impactante fue en noviembre cuando se presentó al Congreso el proyecto de ley para que se declare como una enfermedad.
