El 1º colapsó el Chaco-Corrientes. La gran demanda de pasajeros desde la mañana desbordó la oferta de viajes desde Resistencia a la capital correntina. Todo, con tal escapar del calor. El servicio de transporte público de pasajeros entre Resistencia y Corrientes que lo explotan las empresas Ticsa y Ataco Norte SA, colapsó ayer cuando una legión de chaqueños invadió las paradas para dirigirse a la capital correntina o bien a Paso de La Patria y disfrutar de las generosas playas correntinas.
Después de los festejos por el Año Nuevo, grupos numerosos de jóvenes y también familias completas permanecieron estoicamente en las paradas a lo largo de la avenida Alberdi, Sarmiento y 9 de Julio de Resistencia. También por Diagonal Eva Perón y San Martín, de Barranqueras. En algunos casos las esperas para conseguir un lugar en el «cole» se prolongó entre tres a cuatro horas. Es que el intenso calor que golpeó a la región no dio lugar a otra actividad más que a buscar un fresco refugio en las aguas del Paraná, desde las primeras horas de ayer.
Un aluvión de chaqueños cruzó el puente, después de largas horas de espera en las paradas de colectivos y de los remises del Chaco-Corrientes.
Así, al promediar la mañana, el servicio se convirtió en cualquier cosa y la gente adoptó distintas maneras de traslados con tal de llegar a darse ese chapuzón tan tentador ante las altísimas temperaturas. Las quejas de los pasajeros, las imprudencias e irresponsabilidades quedaron a la luz en una jornada en las que muchos debieron aguardar cerca de cuatro horas bajo los potentes rayos del sol, con tal de tener la posibilidad de cruzar el General Belgrano.
Con ello, los móviles de los servicios habilitados no respetaron las frecuencias ni los recorridos. Los coches repletos, como camiones trasladando ganado, buscaban otras vías de salida de la ciudad de Resistencia, quedando numerosos pasajeros en las paradas.
Los remiseros de empresas particulares aprovecharon la ocasión para sacar ventajas y ganancias con tarifas mucho más elevadas que, ante la demora en el transporte tradicional, fueron utilizados por los pasajeros. Se juntaban en grupos de a cuatro para dividir el alto costo de llegar hasta las playas correntinas. Lo mismo ocurrió ayer por la noche, cuando todo ese gran cúmulo de gente debía regresar al Chaco.
Largas filas aguardaban en el puerto de Corrientes o en las paradas de los remises, en un panorama que no hacía más que reflejar la masiva concurrencia que consiguieron las ofertas veraniegas de la provincia.
A la incomodidad de la prolongada espera y de viajar apretujados, se sumó las molestias que causaron los inadaptados, que alcoholizados, se concentraban en los últimos asientos para seguir bebiendo y tomando actitudes provocativas al vociferar obscenidades. El 1, finalizó siendo un día extremadamente caluroso y movido para ambas costas del Paraná.
Playas: más repletas que nunca
Las playas correntinas se vieron desbordadas ante semejante concurrencia. Sucede que ayer, no sólo los correntinos fueron a disfrutar de las arenosas costas sino que también los chaqueños y los turistas que andaban por la ciudad gozaron de los balnearios que estaban más repletos que nunca.
Nadie se quiso perder la oportunidad de ocultarse del calor en las aguas del río y con ello, las seis playas habilitadas de la ciudad dejaron estallar a pleno el verano. Otros, en tanto, se dirigieron hacia las extensas costas de Paso de la Patria, mientras que algunos, los irresponsables de siempre, no se percataron de los peligros existentes y se lanzaron a diferentes zonas del río, no habilitadas por la Municipalidad para ser utilizado como tal. (Diariolarepublica.com.ar)
