«No queremos la planta de transferencia de basura en Montecarlo» dijeron los vecinos Vecinos autoconvocados de El Alcázar, Montecarlo, Puerto Piray y representantes de la Pastoral Social diocesana, de la Red de Agricultura Orgánica de Misiones (RAOM), entre otros, se reunieron ayer en Montecarlo, en el acceso al predio de la pretendida planta de transferencia de residuos.
Allí los vecinos se autoconvocaron en asamblea definiendo los pasos a seguir a raiz de que los ven que se prosiguen las obras de la citada planta, incluso contra la ordenanza que la suspende en forma inmediata.
Entre las voces presentes se escuchó a Carlos Di Marco que manifestó «que hay muchas organizaciones y mucho por hacer aquí». Di Marco es miembro de la Pastoral Social Diocesana y junto al sacerdote Ramón «Toti» Cardozo son miembros activos del Frente Unidos por la Dignidad. «Hay que profundizar la información y la convocatoria a la gente», dijo el cura.
Los vecinos volvieron a conversar sobre el plan de manejo de basura y de cada uno de sus eslabones con causas y consecuencias. «Esto no es una planta de transferencia donde la basura llega y se va. Cuando se va una basura, viene otra y otra y otra, permanentemente, sin control ni clasificación. ¡Que paradójico! El muncipio dice que hace un manejo responsable de la basura e irresponsablemente deja que se la traigan de cualquier lado sin ningun tipo de control», indicó indignada una de las vecinas.
El Concejo Deliberante de Montecarlo emitió una ordenanza donde se resolvió la «suspensión» de la obra hasta tanto se realicen los estudios de impacto ambiental avalados por el Ministerio de Ecología, y los vecinos exigen al intendente Ricardo Meili que controle la paralización de las obras en la planta y un estudio de impacto ambiental que sea realizado por una institución no vinculada al plan provincial como el mencionado ministerio.
Hubo coincidencia en señalar el derecho de participar en la discusión y que las autoridades tienen la «obligación» de escuchar las opiniones y de buscar las soluciones, «para eso los elegimos y les pagamos el sueldo» sentenció un vecino.
Sobre el final de la asamblea los vecinos decidieron cortar la ruta nacional 12 en el acceso donde se convocaron, comenzó a las 18,45 y se prolongó por quince minutos.
El hecho que llamó la atención de los vecinos y provocó un rechazo generalizado fue que un uniformado de Gendarmería Nacional de apellido Romero, indicado en su uniforme, aparentemente a cargo del operativo, comenzó a solicitar datos personales de los manifestantes, y luego tomó fotos de los manifestantes con su teléfono celular. Al ser indagado sobre sus actuaciones por los vecinos el uniformado indicó que era a pedido de la jueza. «Esto es intimidatorio. Este personaje tiene la única intención de meter miedo a la gente» dijo un sindicalista presente en la reunión.
Los vecinos volverán a convocar el próximo martes a las 17.
