Para Maciel, el éxito de la producción depende de la organización

El subsecretario de Reconversión y Diversificación Productiva dijo que la capacitación y el acompañamiento al productor son elementos mucho más influyentes que el apoyo económico en el proceso de producción.

El subsecretario de Reconversión y Diversificación Productiva, Ricardo Maciel, consideró que el 2006 fue un año «altamente positivo» para la actividad agraria misionera y reconoció que el mayor problema que afronta el sector es la organización. En ese aspecto, no dudó en sostener que del grado de organización que logren los productores dependerá el éxito de los proyectos productivos.

«Fue un año muy bueno, desde la consolidación de los proyectos productivos hasta el comportamiento meteorológico ya que el campo no tuvo problemas de sequía por tercer año consecutivo. Las lluvias fueron un poco mas regulares que el año pasado y eso favoreció al algunos cultivos que en esta época necesitan agua», dijo.

Maciel agregó que desde los casi tres años que está al frente de la subsecretaría, éste es el año de los resultados. «Estamos viendo los resultados de un proceso que hemos iniciado con algunas actividades por entonces no muy arraigadas en la provincia. Entre ellas, la apicultura donde hemos pasado la instancia de fortalecimiento de las cuencas y ahora los productores ya están llegando a la organización en federaciones para poder comercializar el la miel, incluso en el extranjero (el punto central es el mercado alemán)», refirió.

El funcionario recordó que el desafío que se propuso desde su área fue dejar atrás las creencias acerca que la diversificación productiva se sustentaba solamente en la instancia de consumo familiar. «Diseñamos estrategias que nos permitieran superar esos límites y que el productor se convenza que la diversificación también significa un ingreso que, depende cómo se trabaje, puede ser importante para su economía. En esa línea, una de las estrategias que se utilizó y que está generando resultados favorables fue trabajar sobre las cadenas de producción, identificando actividades potenciales y a los productores interesados en realizarlo», contó.

La cebolla, un ejemplo
En ese contexto, indicó que así surgió y se consolidó la producción de cebollas hace tres años en varios puntos de la provincia y hoy se ha convertido en una actividad rentable para el colono.

«Hace tres años era una actividad muy incipiente. Empezamos a trabajar con un grupo reducido en San Vicente. A partir de esta experiencia y una vez que manejaron la técnica de control sanitario y de producción se extendió a otras zonas como Aristóbulo del Valle y este año llegamos a Jardín América e Hipólito Irigoyen; incluso, hasta San Ignacio prácticamente», subrayó.

Por otra parte, el Subsecretario de Reconversión y Diversificación Productiva se refirió además al rol fundamental que cumplen los comercios en toda la cadena. «Es importante resaltar el buen comportamiento del comercio local que absorbe prácticamente toda la producción de los colonos, ya que uno de los grandes problemas que siempre existió en Misiones fue garantía de colocar el producto en el mercado local. En la zona de Jardín los casi 50 cebolleros están vendiendo el volumen total en los comercios locales, con lo que se evitan el gasto de fletes. Pero además, hay que destacar que la cebolla es de buena calidad, es competitiva en precio y, sobre todas las cosas, genera dinero que circula en la misma comunidad», señaló.

Un componente clave
El funcionario oriundo de Eldorado agregó que uno de los puntos más difíciles de superar y que constituye el principal componente de todo el proceso productivo es la organización. «Para mi es el principal elemento a la hora de consolidar un proyecto cuando se habla de minifundio, como nuestro caso. Todas las cuestiones técnicas y de comercialización es posible superarla con la organización. No se podría desarrollar la cuestión productiva con la dimensión que se pretende sin ella»

Para Maciel un error histórico que siempre se repitió en la provincia fue pensar en lo económico con la liberación de fondos sea por medio de subsidio o de créditos antes de la conformación y afianzamiento de una asociación. «Hasta hace unos años, primero se determinaba la cantidad de dinero que existía para desarrollar un proyecto. Hoy la mayoría de los emprendimientos requiere primero de la organización que será la responsable de llevarlo adelante. Eso requiere capacitación, asistencia técnica y acompañamiento y después viene la etapa de la financiación», aseguró.

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