El próximo sábadoMercedes Derendinger reiterará en «La casa del Angel» la experiencia del concierto con cuencos tibetanos, terapia milenaria de poderosos efectos. La cita será a las 19 en La Casa del Angel (nueva dirección: Belgrano 1880, casi Colón). El costo es de $ 20. Una vez iniciado el concierto no se podrá ingresar al mismo. Llevar ropa cómoda y manta o colchoneta, ya que la experiencia es en posición horizontal. Al finalizar, se comparte un té.
«En el comienzo el viento (Lung), movió al Gran Silencio y creó el Sonido…» Cultura Bôn Po, Tibet.
En los mitos de la Creación, el sonido es reconocido como el útero desde el cual lo visible y lo invisible emergen. En la naturaleza todo consiste en vibraciones; y los sonidos son vibraciones audibles. La Creación en su conjunto, incluida la humanidad, es Sonido; es decir música en forma sólida.
A través del baño de sonido de cuencos de metal tibetanos y de cristal de cuarzo, campanas, didjeridoo, flauta nativa, tambores, ocean drum, armonio y cantos, nos sumergiremos en una experiencia en la que el sonido será el vehículo de un viaje hacia nuestro corazón, para desde allí reconocernos en la esencia.
El sonido sagrado de estos instrumentos posee una gran capacidad para equilibrar nuestra energía al hacer vibrar, despertar, armonizar y revitalizar nuestros cuerpos físico-energético, mental y espiritual.
Esta cualidad se origina en la alta frecuencia de vibración armónica del sonido emitido, la cual entra en resonancia con cada una de nuestras células, generando así un estado de unidad, paz y armonía.
