La Federación Argentina de la Industria de la Madera rechaza el proyecto de Ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental para los Bosques Nativos -que fue aprobada de manera general la semana pasada por los diputados nacionales- dado que integra un conjunto de objetivos «pero no desarrolla los instrumentos de políticas activas, económicas y productivas que permitan cumplirlos». Los integrantes de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA) expresaron su rechazo al proyecto de Ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental para los Bosques Nativos que fue aprobada de manera general en la Honorable Cámara de Diputados de la Nación recientemente.
Dicho proyecto establece la restricción, en forma total, para la tala de bosques nativos hasta tanto las provincias no desarrollen un ordenamiento forestal que indique claramente el aprovechamiento permitido para cada territorio.
En este sentido el proyecto de Ley, que será tratado en particular el próximo miércoles en la Cámara de Diputados, integra un conjunto de objetivos pero no desarrolla los instrumentos de políticas activas, económicas y productivas que permitan cumplirlos, transformándose en un claro avasallamiento de los derechos de los estados provinciales con relación al manejo y regulación de sus recursos naturales.
Si bien los empresarios reconocen la importancia de los conceptos que plantea el proyecto de Ley, sostienen que debe respetarse el principio constitucional de la potestad de las provincias sobre sus recursos naturales, tal como lo indican el art. 41 y el art. 124 de la Constitución Nacional. Cabe destacar que este proyecto afecta directamente a todas aquellas provincias con recursos madereros que son fuente de economías regionales con un importante impacto social y ambiental, entre las que se destacan Misiones, Formosa, Chaco, Corrientes, Salta, Santa Fé, entre otras.
La existencia y desarrollo sostenible de los bosques nativos, como así también la correcta conversión de las superficies de territorio aptas para la implantación de bosques con especies arbóreas alternativas, que aseguren la sustentabilidad a través del tiempo de la materia prima que abastece a la industria, son los principales objetivos de los empresarios agrupados en FAIMA.
Desde la Federación, se rechaza la instrumentación de medidas transitorias y extremas tendientes a buscar soluciones al cuidado de los recursos naturales, sin considerar el impacto negativo en la sociedad, siendo por el contrario imperiosa la necesidad de desarrollar políticas a largo plazo que aseguren la integración equilibrada y armoniosa de los aspectos económicos, sociales y ambientales.
Pedro Reyna, Presidente de FAIMA, expresó «no somos depredadores de bosques. Nosotros creemos que los bosques nativos tienen que estar protegidos y tener un aprovechamiento racional. La norma en trámite directamente clausura la actividad industrial en esos lugares y establece una consideración nacional en el manejo de los bosques, quitándoles a las provincias esa posibilidad».
Asimismo, FAIMA sostiene que la Nación deberá instrumentar mecanismos de compensación económica o en materia fiscal que permitan asistir a los productores a fin de conservar aquellas propiedades potencialmente afectadas por esta norma, situación que no está detallada en el actual proyecto de Ley. En este sentido, el impacto negativo que generaría la aplicación de esta Ley en las economías regionales podría afectar directamente el nivel de empleo de las provincias implicadas siendo que la actividad maderera tiene un alto porcentaje de participación en dichas zonas.
Por esto, la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines solicita la postergación del tratamiento del mencionado proyecto de Ley a fin de que sea analizado y discutido en conjunto con los sectores involucrados, principalmente en foresto-industrial que en ningún momento fue consultado, a través de las instituciones de referencia, por lo menos del sector privado.
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