La la lista la encabeza Miguel Salinas, padre del ex arquero y actual entrenador de Crucero del Norte.
Todos presentes. Varios dirigentes apoyan la iniciativa de Salinas.
Lo que era un secreto a voces se terminó de confirmar anoche: Luis María Valdovinos, actual presidente de la Liga Posadeña de Fútbol, no tendrá la chance de una reelección automática, cuando se realice la Asamblea el próximo 7 de diciembre, porque ya se conocen sus rivales. Miguel Salinas, padre del ex arquero y ahora entrenador de Crucero, encabeza la nueva opción para conducir los destinos del ente rector del balompié capitalino.
En un conocido restaurante, anoche se decidía los cargos que ocuparán en la lista cada dirigente, pero como anticipo vale señalar que además de Salinas, en el cónclave se encontraban Antonio Vidal González y Orlando Maya, por el club Atlético Candelaria; Carlos Caravante, en representación del club Atlético Misiones; Alberto Olmedo, por Atlético Posadas, Juan Enrique Calvo, por el club Bartolomé Mitre; Jorge Caruso, del club Unidos; Marcelo D´Andrea por Crucero del Norte; Horacio Fontinovich y Blas Alfonso representando a La Picada; Luz del Carmen Rodríguez, titular del club Estudiantes, además de los enviados de los clubes San Ignacio; Santa Ana y El Brete.
También se encontraba el árbitro nacional Ricardo Portillo, quien sería el candidato a presidir el Colegio de Árbitros, junto al ex juez Carlos Néstor.
Según los dirigentes unidos que se identificaron como la nueva opción para la Liga Posadeña, los compromisos inmediatos son la modificación del estatuto para que cada presidente integre el Consejo Directivo de la Liga; el otorgamiento de un subsidio de $ 100 mil a repartirse en partes iguales a todos los clubes para mejorar la infraestructura sanitaria de las instituciones (el dinero lo aportará una línea de ropa deportiva) y el punto más importante es el reintegro, en concepto de subsidio, de los aranceles de partidos del Argentino B, a fin de abaratar costos mensuales e los clubes participantes de la Liga local, en función de que la misma se ve imposibilitada de jugar los días domingo, lo que dificulta las recaudaciones.
