Ocho años de prisión para el hombre que mató a su esposa

Los camaristas consideraron que se daban las circunstancias extraordinarias de atenuación previstas en el Artículo 80 del Código Penal. La defensa había pedido la absolución por inimputabilidad de Da Rosa.

Fallo. Los jueces entendieron que Da Rosa debía recibir una pena menor a la establecida para el homicidio calificado.

Fallo. Los jueces entendieron que Da Rosa debía recibir una pena menor a la establecida para el homicidio calificado.

El Tribunal Penal 1 de Posadas condenó a ocho años de prisión a un hombre que en marzo del año pasado mató a golpes y puñaladas a su esposa delante de uno de sus hijos.
Los jueces entendieron que Juan Carlos Da Rosa (38) no debía ser condenado a prisión perpetua como prevé el Código Penal en el Artículo 80, sino a una pena menor, ya que se dieron «circunstancias extraordinarias de atenuación».
Durante el debate quedó probado que la pareja mantenía una relación enfermiza y la víctima, Isabel Antúnez de Oliveira.
Fue el propio fiscal Rolando Oliva quien pidió que el imputado recibiera la pena mínima establecida para el homicidio. Esa condena le había ofrecido horas antes del inicio del debate para realizar un juicio abreviado.
Para Oliva quedó claro que «los graves desajustes matrimoniales fueron los detonantes del desgaste conyugal» y agregó en su alegato que el hecho ocurrió durante una discusión.
Indicó que la pareja ya estaba en el lecho matrimonial cuando comenzó el intercambio de palabras. La mujer tomó un cuchillo y arremetió contra su esposo, quien le quitó el arma y le provocó once lesiones punzo cortantes en la zona de la nuca y la cabeza. Además, de acuerdo con el informe de los forenses, el deceso se produjo por un traumatismo de cráneo causado por un golpe contra el piso.
Por su parte, el defensor Mauricio Vedoya sostuvo en su alegato que «mi cliente reaccionó dos veces: cuando salió en defensa de su hija y el día del hecho, cuando fue atacado con un cuchillo sin que mediara un motivo».
Agregó que «Da Rosa repelió una agresión ilegítima» y que al momento del hecho sufrió un cuadro de amnesia.
El abogado pidió la absolución por inimputabilidad o eventualmente que el caso fuera encuadrado dentro de la figura de la legítima defensa si los jueces entendían que Da Rosa actuó conscientemente.
«Si mi cliente no actuaba de la forma en que lo hizo, hoy estaría sentada aquí Isabel Antúnez de Oliveira», agregó el letrado.
El imputado pidió clemencia a los jueces y dijo que «hoy le pedí perdón a mi suegra por lo que hice. Afuera están mis cuatro hijos que me esperan».
El Tribunal finalmente lo condenó a ocho años de prisión.

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