El presidente del IPLyC, ex presidente de la UCR, presentó un informe en el que recuerda las maniobras para inflar padrones y la quema de urnas en 1995, cuando el ex gobernador alcanzó la reelección.
Antes de las elecciones, la oposición agitó el fantasma del fraude acusando al Gobierno de instrumentarlo para imponer la reforma constitucional, aunque el resultado de las urnas y los propios observadores como Poder Ciudadano lo desmintieron. En ese contexto, Eduardo Torres, presidente del Instituto Provincial de Lotería y Casinos y ex presidente de la Unión Cívica Radical a mediados de la década pasada, presentó un informe titulado «La verdad del fraude en Misiones», donde revela las maniobras denunciadas desde 1994 por fraude electoral que incluyó quema de urnas, padrones inflados y empadronamientos masivos meses antes de las elecciones. En 1995, Ramón Puerta consiguió la reelección y la UCR pidió la nulidad de los comicios después de comprobar quema de urnas y otras irregularidades en el proceso electoral.
Torres sostiene que «hubo fraude en las elecciones de 1995, con el que Puerta se alzó con su segundo mandato consecutivo, cuando la victoria legítima en los comicios le correspondió a la Unión Cívica Radical. En esas elecciones votaron muertos, se quemaron urnas y la Justicia miró hacia otro lado».
Las denuncias llegaron hasta la Organización de Estados Americanos, la embajada de Estados Unidos, la Corte Suprema, el Senado y distintos medios nacionales que poca difusión le dieron a las irregularidades, en comparación con la profusa difusión de las acusaciones previas a las elecciones del 29 de octubre pasado.
Torres sostiene que el fraude comenzó a gestarse con los operativos de «Regularización de Documentación Personal Evita».
Después, la UCR -hoy aliada de Puerta en el Frente Unidos por la Dignidad- detectó en el Padrón General de Electores de Misiones (provistos en diskettes por la Secretaría Electoral Nacional); 100.630 casos de homónimos sobre un total de 471.191 electores, documentos mellizos, personas que no figuraban en los padrones, 781 casos de personas que votaron dos veces solo en Posadas, personas fallecidas que votaron. Además, se encontraron en las elecciones de 1997, 5.160 casos (2.580 parejas) en el padrón general, pero con DNI que varían en menos de dos dígitos, 198 casos (99 parejas).
Para 1999, se observó en el Padrón Electoral de la provincia un mayor crecimiento de electores con relación al crecimiento de la población misionera. El crecimiento de electores supera en 4,36 por ciento al de los habitantes para el período 95/99, contraponiéndose al del período 91/95, en que fue de 1,76 por ciento. El porcentaje de crecimiento de electores para el período 97/99 (período real menor a 2 años) fue de 8,31 por ciento siendo el más alto desde que se recuperó la democracia en 1983. En segundo término, se registran en 15 ciudades de la provincia porcentajes promedio de empadronados muy elevados con relación al porcentaje promedio de empadronados a nivel provincial. En la provincia, el promedio era de 55 por ciento y en estas ciudades, el promedió varió entre 80 y 99 por ciento. En dos localidades, Mártires y Profundidad, había más electores que habitantes. La Alianza propuso para evitar el fraude, utilizar tinta indeleble para marcar a los votantes y evitar dobles votos, pero el gobierno de Puerta se negó.
Proponen limitar las reelecciones de intendentes y diputados
