En referencia a que el 7 % de los medicamentos que se venden en la Argentina es falsificado, según confirmó el titular de la Asociación Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), Manuel Limeres, la Confederación Farmacéutica Argentina advierte que esta cifra es aún superior, ya que el 7% informado es lo que los organismos de control pudieron detectar. Ante esta situación, el pesidente de la Confederación, Dr. Carlos Alberto Fernández sostiene que «hay que asegurar la trazabilidad del medicamento desde el origen hasta que llega al paciente. Esta trazabilidad puede darse a partir de una estampilla o de cualquier método que le asegure al paciente que le llega un medicamento no alterado, no trucho, no robado.» «Esta propuesta de estampillado fue presentada por la COFA hace ya varios años y hoy recobra su vigencia, señala el Dr. Fernández. «Hoy un ciudadano, cuando toma un medicamento no sabe si está adulterado o mal conservado, por lo cual se ha alterado la fórmula. Está corriendo riesgo su salud.
Desde la Confederación de Farmacias insisten en que todo medicamento que está fuera de las farmacias es lo que alimenta el mercado negro. La gente debe tomar conciencia de que el medicamento debe adquirirse en las farmacias como única opción porque además de tener un profesional experto en fármacos al frente, el Estado ejerce un fuerte control sobre las farmacias, pero no puede controlar 500.000 o un millón de kioscos que hay en el país.»
El hecho de que en la Argentina se estén vendiendo más de 40 millones de unidades anuales de productos de venta libre y bajo receta fuera de la farmacia constituye un riesgo potencial que además demuestra que la red ilegal puede ser terreno fértil para los medicamentos adulterados o falsificados.
