Juzgan a joven por homicidio en un baile

El crimen ocurrió en enero del año pasado en Jardín América. La víctima fue herida de un puntazo en el pecho. El imputado es un tarefero de 21 años. Un joven de 21 años ccomenzó a ser juzgado ayer por la muerte de otro muchacho en una p ista de baile de la ciudad de Jardín América.
Se trata Orlando Miguel Rodríguez, quien negó haber sido quien en la madrugada del 22 de enero del año pasado acuchilló a Mauricio Benítez, quien se encontraba en estado de ebriedad.
El joven, que trabajaba como tarefero y es padre de dos niños pequeños, es asistido legalmente por la defensora oficial Teresita Belloni, y la fiscalía está a cargo de Rolando Oliva.
El debate comenzó ayer cerca de las 10.00 y el imputado optó por contestar las preguntas de los camaristas Roque González, Martín Errecaborde y Juan Enrique Calvo.
El muchacho dijo que el 21 de enero regresó de un yerbal de Gobernador Virasoro, donde había estado trabajando en la tarefa. A la tarde fue a cobrar a la casa de su patrón y por la noche fue a la casa de una tía a pagar una deuda.
El imputado aseguró que en esas circunstancias un conocido le preguntó si tenía para vender un cuchillo o un revólver. Rodríguez le dijo que tenía un cuchillo, que le entregó a cambio de diez pesos.
De acuerdo con su versión, luego volvió a su casa y no salió hasta el día siguiente.
Sin embargo, el Juzgado de Instrucción de Puerto Rico estableció que esa noche el joven tarefero fue al baile y qu e poco antes de llegar aa la pista atacó a Mauricio.
La víctima había llegado unas horas antes a un bar cercano y comenzó a beber cuando su ex novia no aceptó darle una fotografía suya.
Un poco más tarde, junto a un amigo, Benítez se encaminó hacia la pista de baile «El Gauchito Gil», pero poco antes de llegar fue interceptado por otro joven, que lo atacó con un cuchillo, lesionándolo en el tórax.
Cristian Omar Benítez dijo que no alcanzó a ver al agresor porque estaba oscuro y también había bebido en exceso.
Agregó que su amigo salió corriendo hacia la puerta de acceso al local al recibir el puntazo y cuando él logró alcanzarlo ya se había desplomado sobre la puerta de acceso.
Ninguno de los testigos pudo asegurar que Rodríguez fue el autor de la agresión o que estuvo en el baile.
La nota en la primer jornada del juicio la dio el camarista Roque Martín González, quien no dudó en gritarle al imputado en un pasaje de la indagatoria.
La concubina del imputado incurrió en contradicciones, pero los jueces no ordenaron su detención porque es madre de dos chicos pequeños.
El debate continuará mañana con la declaración de otros testigos que pese a estar notificados no concurrieron al debate.
Cabe señalar que el imputado ya tiene antecedentes. En septiembre pasado el Tribunal Penal 1 lo declaró penalmente responsable de una triple tentativa de homicidio y hurto, delitos que cometió cuando era menor de edad.

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