«Si seguimos con la gestión, en 2007 la gente nos va a ratificar»

El senador Maurice Closs fue uno de los fundadores de la renovación. Asegura que hay que respetar el resultado de las urnas y fortalecer la unidad del oficialismo para mejorar aún más la gestión de Gobierno.

De a poco, los dolores de la derrota se van disipando para dejar paso al análisis y al armado del futuro. Uno de los principales dirigentes y fundador del Frente Renovador, el senador Maurice Closs admite errores en el planteo de la reforma constitucional, asegura que hubo intereses superiores a la política local y anticipa que si el oficialismo permanece unido, será ratificado en las elecciones a gobernador del año que viene, en base a una buena gestión.
En un reportaje concedido a Radio Libertad y LT4, el senador dijo en relación al eje de la campaña electoral que «el discurso de algunas figuras del pasado prendió, en una palabra como indefinida, que se demostró que no existe, porque es el pueblo con el voto el que pone principio y fin a todas las etapas», y afirmó que «la figura del (ex obispo Joaquín) Piña tuvo una presencia testimonial e inteligente. No solamente fue el aglutinador de la oposición política, sino que con su pose de campaña logró una muy fuerte adhesión».

¿Qué análisis hace del resultado?
Planteamos una propuesta, entendimos que el poder estaba en la gente y la gente resolvía. La gente resolvió con todos los elementos a su alcance, en una campaña dura, de a ratos agresiva. Entendió que no había que cambiar la Constitución. Hay que entender esto, valorar y aceptar el resultado. El misionero se expresó. Algunos otros dirigentes trataban en los medios a los misioneros como ignorantes. Pero se expresó de manera racional, optando por este camino.

Eso, pese a una imagen de gestión positiva según las encuestas…
La gente buscó de los dos discursos y optó por aquel que entendía que debía mantener las instituciones tal como estaban. Hablé con gente que me dijo que ‘el Gobierno y el Gobernador son buenos, pero voté por el no’. Optó por el camino de la Constitución, pero valorando la gestión.

Quedó claro que después de la crisis política de 2001, la gente puede acompañar a un gobierno, pero no acompañar todo…
En el año 1990, en Buenos Aires hicieron un pacto radicales y peronistas, que eran los únicos actores políticos en ese momento. Propusieron reformar la Constitución y pese a trabajar juntos, el 70 por ciento de los bonaerenses dijo que no. Hay una tendencia en el argentino que cuando se le consulta esto, responde que no. Mantienen una posición conservadora si se quiere.

¿Qué errores reconocen en la campaña y el debate por la reforma?
Tenemos que tener una gran madurez y generosidad, y autocrítica. Pero debemos cuidar el gobierno, al gobernador, mantener fuerte a la renovación y la autocrítica hacerla puertas adentro. Debemos estar unidos, aquellos que dimos el primer paso, los que armamos la renovación, los que se sumaron después, los que creemos que es el mejor proyecto de gobierno que tiene Misiones, debemos unirnos. La estrategia del adversario será dividir a la renovación. La autocrítica debe ser para adentro. Para afuera, aceptar y acatar los resultados. Luego, tenemos que intensificar al máximo la gestión. En 2007, la gente va a votar por la gestión. El gobernador Rovira mantendrá o crecerá su imagen en 2007. Pero tenemos que tener la capacidad de recuperar los valores y lo que fue fundacional en la renovación. Debemos tener las reglas claras para que el misionero a la hora de votar, vea que hay un gobierno con gestión positiva y nos vuelva a acompañar. Si eso sucede, sigue siendo un proyecto político fuerte y en las urnas va a tener un buen resultado.

¿Cómo sigue la renovación?
Trabajando el doble, con los valores que nos unieron. El proyecto político es muy bueno, se va a fortalecer y salir de este trance.

¿Usted será candidato a gobernador el año que viene?
La renovación tiene que ganar las elecciones a 2007. Con los mejores hombres y debemos trabajar en la mejor oferta electoral. Es poco inteligente salir a plantear candidaturas. Tenemos un año más de mandato. Hay que cubrir todavía muchas cosas, procesar el resultado electoral, nadie puede anteponer la pretensión de una candidatura. No lo descarto, pero no creo que sea hoy el centro de la discusión. Pero tenemos que tener vocación de poder, todos.

¿Del otro lado hubo vocación de poder?
El discurso de Piña, de dar una batalla testimonial en lo político, logró unir a las fuerzas y fue el elemento ganador. Pero no creo que haya en Piña la vocación de construir un poder, sí de ser controlador del poder. Abajo y detrás de Piña están los de siempre. Han salido con una ansiedad a capitalizar el triunfo en los medios nacionales y provinciales, pero esto va a durar hasta Navidad, desde ahí, cada uno irá a imaginar su estrategia, y el FUD se transformará en tres, cuatro o cinco expresiones. A Ramón Puerta hay que dejarlo que se exprese y blanquee sus pretensiones. Pero en 2003 sacó el 30 por ciento de los votos y tiene una imagen negativa superior al 60 por ciento. Su camino político pasa por fragmentar las estructuras, para poder llegar al gobierno.
Sacamos solos 192 mil votos, un capital político que no podemos dilapidar. Mucha gente que votó por el no, está de acuerdo con la gestión. Tenemos un piso de 43 por ciento y potencial de crecimiento.

¿Se mantienen las ideas de la renovación?
Se deben mantener, es imprescindible. Tenemos tranquilidad de conciencia, porque sostuvimos siempre que el poder está en la gente y fuimos con el discurso acertado, el pueblo demostró que era correcto. Si seguimos así, la gente nos va a ratificar en 2007.