Cinco días después de haber asesinado a su cuñado, un ex convicto fue capturado casi por casualidad en la zona de Bernardo de Irigoyen, en la frontera con Brasil. Rubén Raúl Rodríguez fue localizado por la Policía el lunes a las 23, cuando se desplazaba por la ruta 101 hacia la localidad de San Antonio. La policía contaba con la pista de que el domingo había intentado votar en una escuela en Irigoyen pero su documento tenía irregularidades. El lunes fue detectado en un lugar de la frontera, el prófugo al divisiar el móvil policial intentó esconderse entre las malezas, lo que despertó la sospecha de la patrulla. El hombre tenía varios bolsos y en un primer momento dijo ser «Pedro Duart»e y que iba a la mencionada localidad por cuestiones laborales.
El nerviosismo que presentaba hizo que los policías desconfiaran. Lo detuvieron en averiguación de antecedentes y una vez en la Comisaría pudieron establecer que se trataba de Rodríguez, un hombre que purgó una condena por doble homicidio en la localidad de 9 de Julio en la Unidad Penal de Eldorado.
El asesino, que tiene 32 años, había salido de la cárcel el día de la Madre al lograr la libertad condicional. El miércoles de la semana pasada fue a visitar a su hermana, en el Kilómetro 29 de la ruta provincial 17, en Santiago de Liniers.
El homicidio fue descubierto poco después de la medianoche. A esa hora, Margarita Rodríguez, madre de cinco hijos, se presentó en la comisaría para avisar que su esposo había desaparecido.
La mujer dijo que a la tarde salió de su casa y en el inmueble quedaron su hermano y su esposo, José Pinkala, de 46 años. Cuando Rodríguez regresó a la vivienda sólo halló a su hermano, quien no supo explicarle adónde había ido Pinkala.
La Policía encontró manchas de sangre en el patio de la casa y un poco más tarde el cuerpo del hombre, que había sido arrojado en una letrina envuelto con ponchadas y tapado con tierra.
Pinkala presentaba dos puntazos en el pecho, los que le causaron la muerte por la abundante pérdida de sangre.
