Puerta: «Ahora hay que frenar a Kirchner»

El ex gobernador, que trabajó con la oposición misionera, promueve un frente nacional para 2007. «En Misiones nosotros construimos un frente social, y ahora debemos construir un frente político», anticipó. Ramón Puerta, uno de principales ideólogos del frente opositor que ganó en Misiones, ya comenzó a trabajar en el armado de lo que pretende ser un modelo similar al que encabezó el obispo Joaquín Piña, pero en todo el país, y así pelear en las urnas contra Néstor Kirchner el año próximo. «Ahora hay que construir un frente político para frenar el proyecto hegemónico de Kirchner y tener una alternativa superadora», dijo Puerta en una entrevista con LA NACION.

El ex gobernador de Misiones sostiene que hay que hacer un acuerdo básico y luego discutir candidaturas. La tarea es difícil: hay que vencer las resistencias de Roberto Lavagna, Mauricio Macri, Jorge Sobisch, Ricardo López Murphy y las del radicalismo y, además, consolidar un peronismo no kirchnerista por ahora sin figuras de peso. Pero el resultado en Misiones se convirtió en un impulso para el plan de juntar a los que tienen proyectos contrarios al de Kirchner.

-¿Quién está hoy dispuesto a sumarse a un frente para 2007 similar al que ganó en Misiones?

-Primero hay que aclarar que en Misiones nosotros construimos un frente social, y ahora debemos construir un frente político. Para eso necesitamos tiempo y fijar bien claro cuál es la causa convocante, como fue en Misiones. En mi provincia, todos coincidieron en frenar la ambición de poder de Rovira.

-¿Qué dificultades ve en la construcción de ese espacio opositor?

-Primero hay que entender el mensaje de Misiones: triunfó un modelo de dignidad frente uno de clientelismo, apriete y sospechas de fraude. El frente social de monseñor Piña tuvo ese fuego sagrado, con la participación de la Iglesia. Allí, la causa convocante unió a todos; nadie dudó.

-¿Cuál es la causa convocante para copiar el modelo de Misiones?

-Primero, frenar el proyecto hegemónico de Kirchner, pero sobre todo, y lo más importante, es mostrar a la ciudadanía que hay una alternativa superadora de la del Gobierno. Todos piensan en los nombres de este frente político, pero primero hay que definir los puntos de acuerdo. Podrían ser la independencia de poderes, respeto por las instituciones, la libertad de prensa, la buena relación con el Mercosur y el mundo, y una nueva política social que elimine el clientelismo.

-¿Cree que van a resignar candidaturas Macri, Lavagna o Sobisch?

-Acá hay que entender la oportunidad que tenemos. El problema es que todos quieren ser presidentes y quizás a algunos les toque ser intendentes y a otros, gobernadores.

-¿Qué lugar tendrá el PJ, en su mayoría ahora alineado con Kirchner?

-Un lugar importante. La gente me pregunta si va a haber peronistas en el frente para 2007… Hasta el candidato puede ser del PJ. Sin peronismo, no hay poder.

-La Iglesia ya anunció que no participará en 2007.

-Nosotros no lo buscamos tampoco, las iglesias tienen derecho a hacer política si quieren. Lo de Piña en Misiones fue una situación especial y muy local.

-¿Cuál fue el impacto para Kirchner de la derrota en Misiones?

-No hay duda de que fue un golpe para el Gobierno. Acá hubo una convivencia ideológica entre Kirchner y Rovira. Rovira fue siempre un gran imitador; lo conozco bien [fue vicegobernador cuando Puerta mandaba en Misiones]. Hasta el 2003, en Misiones, las órdenes las daba yo, y luego, cuando ganó Kirchner, Rovira tomó su mano poderosa. Cambió hasta el tono de voz e imitó a Kirchner.

-¿En qué?

-Hizo todo lo quería el Presidente e intenta ser igual. Se creen que por decir que son de la nueva política basta y aseguran que los demás somos la vieja política.

-A usted lo critican por su cercanía con Menem.

-Kirchner también fue gobernador con Menem. A mí me atacaron y buscaron perjudicar a Piña haciendo afiches con mi foto… Y ahí tienen el hachazo que sufrieron Rovira y el Gobierno. Se equivocaron en todo, hasta en lo básico que es no nombrar el rival en la campaña. Cuando escuché que me atacaban, dije: «Están perdiendo». Al final, el frente opositor lo armó el Gobierno.

-¿Cómo cree que saldrá Kirchner de esta situación?

-Depende. Tiene una oportunidad de comerse la derrota en pleno o hacer un mea culpa.

-¿Por qué debería haber un frente contra Kirchner?

-Es muy saludable que haya un frente opositor en la Argentina, el oficialismo se quedó con todo y la democracia necesita equilibrio, alternancia, independencia de poder y mejor calidad de vida para la gente.

Puerta perdió su celular anteanoche, cuando ya sabía que el triunfo era aplastante. Pero antes llegó a recibir decenas de llamadas de muchas provincias y de políticos como Macri, y hasta de Juan Carlos Blumberg. Otra vez lo llamó Eduardo Duhalde, algo que no dejó de entusiasmarlo.

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