El mea culpa y las explicaciones de los fallidos encuestadores

Los responsables de algunos sondeos fueron consultados por LANACION.com; la evaluación de la única consultora que vaticinó la derrota de Rovira; justificaciones y aceptación de errores
La muestra estuvo mal hecha. La «espiral del silencio» tuvo la culpa. Las encuestas no son infalibles. Con estas frases, consultores de opinión intentaron explicar el fracaso de la mayoría de los sondeos de opinión sobre las elecciones en Misiones que difundieron en los días previos a los comicios.

Es que sólo una consultora vaticinó el revés del gobernador Carlos Rovira, cuando la gran mayoría marcó, sin titubeos, lo contrario. Fue Opinión Autenticada, que dirige Gustavo González, la que dio en la tecla con la gran diferencia por más de 13 puntos que obtuvo el frente que postuló al obispo Joaquín Piña como primer convencional constituyente por la oposición.

«Desde el comienzo preguntamos por el Si o por el No a la reforma de la constitución», explicó González a LANACION.com . Argumentó que el error en los sondeos que daban ganadora a la lista de Viviana Rovira, prima del gobernador, se produjo por «la confusión» que se generó por consultar por el partido o la persona que se postulaba.

Mea culpa. Artemio López, como otros encuestadores, llevó sus sondeos a la Casa Rosada que daban una clara ventaja a Rovira. Sin dudarlo un segundo, ante la consulta de este medio dijo: «Mi muestra tenía errores técnicos. Estaba mal hecha. No tomé nota efectivamente del estado de opinión de la gente de una manera adecuada».

Sin ánimos de aplicar justificaciones, López reconoció: «Si una encuestadora acertó, la tesis de que la gente mintió se cae».

Sin hacer un estudio pormenorizado, adjudicó su falla a tres posibles errores: que estuvo mal hecho el diseño de la muestra, es decir, la elección de la población a evaluar; que el cuestionario no estuvo bien elaborado, lo que lo tradujo en que «no estaba clara la pregunta»; o que se hayan interpretado mal los datos que se recibían.

«No puedo atribuir lo que pasó al electorado. Al haber alguien que acierta se cae todo. Hay que asumir que las encuestas no van a acertar siempre», dijo a modo de autocrítica. .

Graciela Römer eligió justificar que las encuestas fallan. Aclaró que ella no realizó sondeos, sino que sólo analizó los datos de terceros.

«Me parece que lo que hay que considerar es que la encuesta no es infalible. Las encuestas vienen mostrando en la Argentina y en el mundo que cuando hay alta inestabilidad política, cuando los electorados no son previsibles desde el punto de vista de la cristalización muy marcada de las tendencias electorales, fallan», dijo.

No me lo va a creer. Ricardo Rouvier también se llevó una sorpresa anoche. «Lo que ocurrió se explica por la teoría de la espiral del silencio», lanzó. En clara contraposición con Artemio López, Rouvier encontró las razones de las fallas en que «en las semanas previas la gente expresaba un temor que se sacó el último día».

El encuestador que también daba como ganador a Rovira relató que en los sectores rurales fue donde se manifestó un «cambio drástico».

«Usted no me lo va a creer, pero en la última encuesta, del viernes por la noche que no alcanzó a salir publicada teníamos los valores muy cercanos a los que finalmente hubo», anunció, cuando ya era tarde.

Parece que Misiones le trae suerte sólo a una consultora. González, el único que acertó y que difundió una boca de urna casi idéntica al resultado final a los 15 minutos de terminado el comicio, recordó que cuando, paradójicamente, Rovira le ganó la gobernación a Ramón Puerta en 2003 su consultora había sida la única que había dado ganador a quien ayer se llevó el mayor revés de la jornada.

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