En reclamo de la mejora de su rentabilidad y la normalización del sumunistro, ayer cerraron por tres horas los surtidores de todo el país. Las expendedoras del norte de la provincia volvieron a quedarse sin gasoil promediando la jornada de ayer
Las estaciones de servicio de todo el país cerraron entre las 17 y las 20 horas de ayer. Según informaron desde la cámara empresaria del sector, en todo Misiones sólo permanecieron abiertas dos expendedoras, propiedad de compañías petroleras, ambas ubicadas en Posadas. Los empresarios reclaman la recomposición de sus márgenes de ganancia y mayores cupos de gasoil. Anticiparon que las medidas de fuerza continuarán la semana próxima.
Faruk Jalaf, titular de la Cámara de Estaciones de Servicio y Afines del Nordeste (Cesane), aseguró que el desabastecimiento de gasoil en la provincia se agudizó en los últimos días, destacó que el combustible se continúa racionando y la mayoría de las expendedoras del Norte misionero volvieron a agotar sus tanques promediando la jornada de ayer.
El empresario destacó que el sector viene soportando una crisis de rentabilidad que ya lleva unos tres años y está caracterizada por fuertes aumentos en los costos e ingresos congelados. «Hace tres años un empleado cobraba unos 350 pesos y ahora cobra 1.000. Esto impacta directamente en nuestra rentabilidad ya que los salarios representan un 80% de nuestro costo total», indicó el titular de la cámara.
El desabastecimiento de gasoil que viene sufriendo el Norte del país y que se agudizó en Misiones en el último mes no hace más que agravar la crisis de los estacioneros ya que obliga a una reducción de los volúmenes de venta.
Solución que no llegó
Tras gestiones realizadas la semana pasada por legisladores nacionales, se había pronosticado una mejora en el abastecimiento que debería haber comenzado a notarse a partir del lunes pasado, sin embargo, el titular de la Cesane aseguró que «según los informes que manejamos, seguimos con desabastecimiento de gasoil, especialmente en el Alto Paraná, donde se continúa con el racionamiento de la venta dependiendo de la disponibilidad de las estaciones».
El titular de la Cesane aseguró que de no mediar una solución rápida para recuperar la rentabilidad de la actividad, la mayoría de las Pymes misioneras del sector combustibles «continuará su camino hacia la quiebra» y alertó que la fuente de sustento de más de mil trabajadores está en juego.
El empresario indicó que una empresa que vende 150 mil litros mensuales de combustibles pierde entre 4.500 y 9.000 pesos por mes, dependiendo de la cantidad de empleados y de personal jerárquico que tenga. Explicó que algunas empresas pueden equiparar esas pérdidas si cuentan con un shop o minimercado en sus instalaciones.
Según la Cesane, de la recomposición de los niveles de rentabilidad del sector depende la continuidad de los comercios y la fuente laboral de los cerca de mil empleados que se desempeñan en la actividad.
Según los planteos de la cámara, la respuesta no debería incluir un aumento en los precios de los combustibles, ya que de esa manera se volverían a reducir las ventas a los vehículos particulares, principal cliente de las estaciones de servicio. En cambio la Cesane reclama una reducción impositiva o un trato más favorable con las petroleras, o bien un mix de ambas medidas.
«El valor real del combustible está compuesto en un 70% por impuestos, pedimos que se nos exima tributar 18 centavos por litro. Creemos que ésta es la medida más acertada a tomar ya que así se mejoraría la situación de las empresas sin afectar el precio» razonó.
