Críticas de Piña en el Tedéum de Iguazú

A diferencia del tono conciliador que eligió el cardenal Jorge Bergoglio, en Misiones, el polémico Obispo de Iguazú, Joaquín Piña, prefirió mantener el tono crítico hacia el gobierno provincial.
«No hay dudas de que tenemos un pasado glorioso, que muchos admiran. Y una naturaleza exuberante, generosa. Maravillosa, que con razón, está atrayendo a tantos visitantes. Por todo esto, queremos dar gracias a Dios, autor de todo bien. Pero queremos también reflexionar, en esta fecha tan importante, sobre la realidad de nuestro presente, y mirando a nuestro futuro. La verdad que indigna, -no es digno ni justo-, que en una tierra tan rica, tengamos gente tan pobre. Esto no lo quiere Dios», opinó.
El Obispo admitió que hay mejoras en la economía, pero cuestionó que «esta mejoría no llega a mucha gente. Más aún, que la brecha entre los que lo tienen todo, y aún les sobra, y derrochan provocativamente; y los que no tienen nada, en vez de achicarse se ha agrandado».
«Así nos lo explicaron, con datos científicos, hace sólo dos semanas, cuando estuvimos reunidos los Obispos, la gente de la UCA, que investiga la realidad social argentina. Lo que llaman el «barómetro social. Ustedes saben que el barómetro es un aparato para medir la presión. En este caso, la presión social. Y éste es el gran tema, y no sé si estamos suficientemente preparados para atenderlo. Al menos para planteárnoslo. Por supuesto que yo no soy un político, pero sí que me preocupa, y mucho, la situación política y social en que vive la gente», indicó.
También volvió a criticar algunos hechos de «corrupción». «Últimamente, aquí en la Provincia han saltado a la luz casos gravísimos de corrupción. Y tal vez lo más grave es que estas cosas se denuncian, y de alguna manera explotan, (casos de San Vicente, de Piray, y aquí mismo, en Iguazú), y después no pasa nada. La gente tiene mucho miedo. Y del otro lado, la prepotencia, el autismo, (que quiere decir que no escuchan a nadie); un taparse los unos a los otros. Una falta de visión y mucha soberbia. Peleas internas, mientras que la gente sufre», puntualizó en su homilía realizada ayer en Puerto Iguazú.