Las papeleras también negocian instalar una planta en Corrientes o Misiones

En el proyecto trabaja la principal consultora mundial del sector. Ya hubo reuniones con el gobernador correntino, Arturo Colombi, y gestiones ante la embajada finlandesa para reunirse con el misionero Carlos Rovira. La planta puede ser igual o más grande que la de Fray Bentos, y con la última tecnología disponible Las fábricas de pasta de papel pusieron el ojo en la Argentina para instalar su próxima planta. El lugar elegido es Corrientes y las negociaciones con el gobernador Arturo Colombi ya empezaron, aunque a ritmo lento, para que pase la tormenta por la construcción de dos pasteras en Fray Bentos, Uruguay. También están en la mira de la empresa, que sería Stora Enso Misiones y el sur brasileño. Sin embargo, en el Gobierno provincial todavía no tienen conocimiento de las intenciones finlandesas.

El interesado es una de las grandes del mundo (se habla la sueco-finlandesa Stora Enso, que ya tiene autorización para instalar una planta en Durazno, Uruguay), pero el nombre se mantiene en reserva a la espera de la definición. Corrientes compite con Misiones y con Río Grande do Sul y Bahía, en Brasil, pero corre con ventaja.

La información fue revelada a El Cronista por el presidente y CEO de Jaco Pöyry, la consultora líder mundial en proyectos forestales. «Hay un proyecto de inversión en la Argentina y el conflicto con Uruguay no lo frenó», dijo John Lindahl, presidente de la consultora.

–¿Aconsejan invertir en Argentina?, preguntó El Cronista.

–Nosotros no dejamos de recomentar a la Argentina para invertir. El crecimiento económico es muy sólido y las instituciones se están fortaleciendo.

Lindahl no quiso revelar el nombre de la empresa que encargó el trabajo de consultoría. Se limitó a decir que es «una de las más grandes», que no es Botnia, la papelera del conflicto. Desde la planta que construye actualmente en Fray Bentos, Botnia tiene previsto fabricar un millón de toneladas de celulosa por año para exportar. La inversión total en Uruguay es de mil millones de dólares. De avanzar la iniciativa, la pastera que se haría en Argentina, es parecida.


El CEO de la consultora, Rainer Häggblom, inició los contactos con el gobernador correntino y pidió a su embajada en Buenos Aires que le prepare una reunión con el gobernador de Misiones, Carlos Rovira.

«Voy 10 ó 12 veces por año a la región, así que seguro pronto tendré oportunidad de entrevistarlo», reveló. El sur misionero tienta a las pasteras, como lugar para radicar la nueva planta.


–¿Ya contactaron a Colombi?

–Sí, tuvimos una reunión donde le explicamos el proyecto y se mostró interesado. Corrientes tiene las mejores oportunidades. Lo ideal es ponerse ya a trabajar en el proyecto.

–¿No temen una oposición social, como en Gualeguaychú?

–Las crisis se superan y la gente se olvida. Para cuando llegue ese momento, lo ideal es tener el proyecto listo.

–¿Qué dimensiones tendría esa planta?

–Puede ser igual o más grande que la de Fray Bentos, y con la última tecnología disponible, que puede ser la que usó Botnia o una nueva generación.

Colombi no pudo ser ubicado para confirmar la información, pero en plena crisis diplomática entre los gobiernos de Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez se expresó a favor de la construcción de una planta. «La industrialización de la madera está prevista dentro de los planes de la empresa forestal Bosques del Plata» y el proceso «es irreversible», dijo el 20 de abril. Colombi agregó: «los ejecutivos de la empresa nos dijeron que la decisión es llevar a cabo la industrialización de sus bosques, que es un proceso ineludible».

También el intendente de Santo Tomé, Carlos Farizano, apoyó la idea y postuló reclamó la planta para esa localidad correntina, en febrero pasado, antes de que Kirchner forzara el alineamiento expresado en el acto en Gualeguaychú, el 5 de mayo pasado, con presencia de gobernadores y ministros . «El proyecto de la papelera se volverá una fuente de generación de empleos», había dicho Farizano, aclarando que la obra debe preservar el ambiente.

Pero Corrientes no esperó que se supere el conflicto. En abril recibió informes técnicos de las embajadas de Suecia y Canadá, Cancillería y la Secretaría de Ambiente de la Nación, con requisitos y exigencias ambientales para la radicación de industrias de celulosa. Además, ratificó ante el Consejo Federal de Medio Ambiente (Cofema) la intención de que se instalen plantas en Corrientes. Los datos fueron solicitados por el ICAA (Instituto Correntino del Agua y el Ambiente) y servirían para lograr el visto bueno en materia ambiental a las fabricantes de celulosa que quieran trabajar en la provincia.

En el último encuentro de Cofema, en La Plata, en abril, además de Corrientes, también Misiones respaldó este tipo de industrias, siempre que preserven el ecosistema lindante.

Por qué en la región

interés de las grandes fábricas de pasta celulosa de instalarse en la región responde a los bajos costos de producción de la materia prima, principalmente el eucalipto. El árbol tarda entre 7 y 10 años en crecer desde que es plantado, contra un promedio de 70 a 80 años que tardan en desarrollarse los bosques de Finlandia.

En dólares, una tonelada producida en la región cuesta 150 dólares, contra un promedio de 280 dólares de promedio mundial y 350 dólares en Finlandia.

La industria del papel requerirá de tres millones extras de pulpa en los próximos años cuya producción se disputarán América Latina y el sudeste asiático. El papel se produce a partir de la combinación de la pulpa corta (producida con la madera blanda, como el eucalipto) y pulpa larga (con madera dura como la conífera producida en Finlandia).

En la visión de la consultora Jaco Pöyry, América latina corre con ventaja, especialmente por los muy bajos costos de producción. La consultora también defendió el tamaño de la planta: las últimas que se construyeron, como la de Suzano Bahia Sul, en Brasil, supera ese tamaño; también la de JinHai en China y la de Riaupulp en Indonesia son de un millón de toneladas anuales y las de Riaupulp (Indonesia) y Varacel (Brasil) llegan a las 900.000 toneladas anuales. En todas esas plantas la consultora tuvo participación en el diseño y puesta en funcionamiento.

Los negocios de la consultora con presencia en 45 países se distribuyen en 38% en la industria forestal, 25% en infraestructura y desarrollo, 26% en Energía y 1% en otras actividades. Factura unos u$s 500 millones anuales.

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