Sus amigos y familiares vuelven a marchar e insisten en que «el accionar del personal de seguridad del boliche fue pésimo».
Un hermoso recuerdo, la familia unida. El clan Mercol completo, María, Daniela, Nicolás, Cristina, Mauricio, Iván y Julia.
[su_note note_color=»#cdcdcd»]A pedido de los actores civiles, será citado a declarar el equipo médico que auxilió a Iván[/su_note]»A mi hijo lo extraño todos los días y no puedo dejar de pensar en ese sábado cuando salió a jugar al fútbol y me dijo que no volvía, que se cambiaba en la casa de la abuela. Cuando lo volví a ver ese domingo 19 a la mañana se me vino el mundo abajo. Para mi que siempre trabajé, los fines de semana eran una fiesta donde podíamos compartir en familia, ahora son los momentos más duros y difíciles», dijo la Cristina, madre de Iván Mercol al cumplirse dos meses de su muerte. Hoy a las 19.30 familiares y amigos organizan una nueva marcha para reclamar celeridad en la causa que atraviesa por la etapa de instrucción. Los dos procesados por el caso caratulado como homicidio preterintencional, Diego Sebastián Ruiz y Diego Ariel Cantallops Simonetto fueron puestos en libertad por orden del juez Eduardo D`Orsaneo tras permanecer 47 días arrestados. Los abogados de la familia Mercol insisten en que aún hay «momentos oscuros» y hablan de un posible encubrimiento.
«No estamos conformes con al liberación de los dos procesados, me parece que hay mucha tranquilidad y se debe seguir investigando. El trabajo del juez me deja tranquilo y sé que se están tomando nuevas declaraciones, pero por otro lado no creo que a mi hijo lo hayan matado sin querer. Iván fue golpeado en reiteradas oportunidades sin poder defenderse porque hemos comprobado. Lo cuestionable es el accionar de la gente de seguridad del local y de los policías que dejaron ir a los agresores cuando debían haberlos detenido en ese momento», explicó Mauricio Mercol, padre de la víctima.
Asimismo insistió en que hay testigos que todavía no se presentaron a declarar y pidió que quien estime que puede aportar algún dato se acerque al juzgado.
La investigación
El abogado de la familia, Alfonso Arrechea lamentó la situación de la causa del joven asesinado e insistió en la teoría del «hay encubrimiento del poder», y al respecto sostuvo que la noche del episodio había 24 policías contratados «por lo que no tendría que haber un muerto», y la mujer policía que dirigía la seguridad «es una funcionaria pública que no cumplió con sus deberes y obra con encubrimiento, creo que integra la custodia del gobernador». Por otro lado el letrado reiteró que se ha verificado que es factible que la lesión que le provocó la muerte a Iván la podría haber propinado una persona con conocimientos en artes marciales.
Por otro lado el padre de Sebastián, Carlos Ruiz había manifestado que, estaba casi seguro que «un guardia mató a Iván». E insistió en que «hay alguien más, involucrado en la causa que no aparece». Aseguró que su hijo tiene la conciencia tranquila y negó que haya practicado artes marciales.
En tanto que el abuelo de Diego Cantallops, Severo Simonetto quién crió al joven desde los ocho años aseguró que su nieto está bajo tratamiento psicológico por una depresión.
Por su parte D `Orsaneo reiteró que seguirán trabajando con los testimonios que, confió, aparecerán para clarificar los extremos que restan. Aseveró que no se descarta ninguna hipótesis como tampoco volver a llamar a declarar a los acusados Sebastián Ruiz y Diego Catallops, recientemente puestos en libertad.
Hoy o el lunes saldría del Juzgado una citación para los integrantes del equipo médico que auxiliaron a Mercol en el boliche y lo llevaron de urgencia al Hospital Ramón Madariaga en la madrugada del 19 de marzo pasado.
La comparencia de los profesionales fue solicitada por el abogado Alfonso Arrechea, quien interviene como actor civil en representación de los familiares de la víctima.
Tras el procesamiento por homicidio preterintencional dictado por el juez DOrsaneo no se produjeron grandes avances en el expediente. Aún no se sabe quiénes separaron a la víctima de Ruiz y Cantallops y lo retuvieron hasta que finalmente se desvaneció en el pasillo, producto de la fractura de las dos primeras vértebras cervicales.
La ausencia
«A veces no me doy cuenta de la manera en que esto nos cambió la vida, en todos los aspectos. Lo extañamos todos y cada uno en particular en los momentos donde compartíamos desde las salidas hasta el trabajo en la fábrica. Iván era un tipo que tenía mucha pila para todo, trabajábamos con el camión y después se iba a jugar el fútbol con los amigos, no se cansaba nunca. A la noche las salidas, las cargadas, en fin, ahora la ausencia duele pero nos da la fuerza para seguir luchando para que se esclarezca el hecho», dijo Nicolás hermano de Iván.
«Esto nos demostró que hay mucha gente que nos acompaña y nos aprecia, desde el fatídico 19 de marzo hemos recibido el apoyo de amigos, familiares y toda la gente que lo conocía a mi hijo. El dolor es indescriptible, uno trata de sobrellevar pero lo cierto es que los hermanos eran muy unidos y las cosas cambiaron mucho en dos meses. Proyectos que quedaron truncos, las reuniones de los domingos al mediodía, la cotidianidad», comentó Mauricio Mercol.
