Caso Iván Mercol: el juez procesó y liberó a los dos detenidos

Diego Sebastián Ruiz y Diego Cantallops Simonetto fueron procesados por homicidio preterintencional. Los abogados denunciaron que en el caso hay encubrimiento. El juez profundizará la investigación.

Víctima. Iván Andrés Mercol murió por los golpes que recibió en el boliche.

Víctima. Iván Andrés Mercol murió por los golpes que recibió en el boliche.

Diego Sebastián Ruiz y Diego Ariel Cantallops Simonetto no tuvieron intención de matar a Iván Andrés Mercol, con quien se enfrentaron a golpes a la salida del boliche Power en la madrugada del pasado 13 de marzo. A esa conclusión llegó el juez de Instrucción Eduardo D’Orsaneo, quien los procesó como coautores del delito de homicidio preterintencional y les concedió la libertad tras 47 días de detención.

El magistrado llegó a la conclusión que los golpes que le asestó Ruiz a la víctima provocaron una relajación muscular, y los dos puñetazos que le arrojó desde atrás el otro imputado causaron el desplazamiento de las dos vértebras cervicales, que terminaron por causarle la muerte.

Para D’Orsaneo, las trompadas que recibió Mercol no es revela la intención de matar de los imputados. Sin embargo, ambos aportan elementos indispensables para lograr el resultado obtenido: la muerte.

Los jóvenes fueron notificados del procesamiento a las 11.00 de ayer y quedaron en libertad en el mismo Juzgado.

Fuentes vinculadas a la investigación dijeron que en el expediente quedó totalmente descartada la existencia de un golpe aplicado con una botella, tal como aseguraron varios testigos.

Iván Mercol murió el 19 de marzo pasado, horas después de enfrentarse a golpes con los imputados en el túnel de salida del boliche Power, sobre la avenida Corrientes.

Los guardias del boliche intervinieron y separaron a los jóvenes. Poco después, Mercol se desvaneció a raíz de una grave lesión en la zona cervical.

Encubrimiento

Dos abogados que intervienen en la causa dijeron ayer que en el caso hubo «encubrimiento».

Alfonso Arrechea, representante de la familia de la víctima, aseguró que en el expediente «hay tramos oscuros. El personal de seguridad nos dio una versión como si nada hubiera pasado» en el boliche.

En ese sentido, Arrechea agregó que «creo que hay un velo de encubrimiento, pero cuando eso caiga se va a descubrir la verdad».

Por su parte, el defensor de Ruiz, el abogado Carlos Contristano indicó que «se evidencia claramente que hay una cadena de encubrimiento de todo el personal de seguridad del boliche. Ninguno de los 20 coincide en sus versiones y lo más grave es que 16 de ellos son policías».

«¿Para qué habría una cadena de encubrimiento si todo está claro?», se preguntó el letrado.

Con respecto a la causa, dijo que «parece que el juez tiene in mente que hay otros responsables y ahora tendrá más tiempo para dilucidar lo que pasó».
Constristano dijo que tampoco se pudo establecer qué guardias separaron a los jóvenes al momento de la pelea.

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