La postura fue manifestada por la diputada provincial Mercedes Oviedo (PJ), en la reunión realizada ayer, en la que se analizaron los proyectos de ley sobre violencia familiar, y que que contara con la presencia de cuatro jueces de minoridad, familia, civil y comercial de diversas jurisdicciones de la provincia. Al respecto, la legisladora justicialista afirmó categóricamente que «la justicia debe ser la última instancia de las causas de violencia familiar, sino, se termina judicializando esta problemática social».
La legisladora justicialista reclamó «una política de estado sobre la violencia familiar, facilitando complementariamente desde el Parlamento, normas viables, prácticas que resuelvan el problema desde las distintas esferas incluyendo al Poder Judicial».
Mercedes Oviedo se mostró «sumamente preocupada por la ausencia de equipos interdisciplinarios de control judicial según lo manifestaron los jueces» , y se preguntó si «el rol de la justicia es hacer el seguimiento de los casos de violencia denunciados, cuando deberían existir grupos interdisciplinarios de profesionales dedicados, desde el Ejecutivo, a verificar el cumplimiento de las sentencias judiciales, haciendo prevención para que los conflictos no se repitan».
«Ha quedado en claro desde las exposiciones de los magistrados que nos visitaron en la Legislatura, que los casos judicializados de violencia familiar van en aumento. Basta con verificar las estadísticas de los últimos tres años. Entonces, no podemos dejar que el Ministerio de Bienestar Social, la Linea 102, la Justicia y otros organismos vinculados a la problemática trabajen como estamentos estancos. De allí que sostenemos la necesidad de que se aplique una política de estado que nos englobe a todos quienes queremos prevenir y resolver los graves casos de violencia que traen serias consecuencias a las mujeres y hombres involucrados en ellos», agregó la diputada Oviedo.
