Producirán aceite de soja en Misiones

La materia prima será traída de Paraguay. Esperan exportar a Estados Unidos y Europa. Los propietarios de la planta aseguran que en seis meses estarán en condiciones de producir biodiesel. La histórica planta aceitera de Santo Pipó -ex Tungoil y ex Pipoil- volverá a producir en unos treinta días gracias a un proyecto financiado por el gobierno Provincial. La fábrica que tradicionalmente producía aceite de tung se volcará ahora al procesamiento de soja traída de Paraguay, aunque el responsable de la empresa, Roberto Dombroski, aclaró que la planta «está preparada para hacer todo tipo de aceites, soja, tung, maíz, girasol, lino, tártago» y confió que en unos seis meses podría estar produciendo biodiesel.

El empresario explicó que la fábrica funciona por extracción directa, proceso que, según Dombroski, permite obtener «los mejores aceites del mundo», aunque reconoció que, antes de comenzar a producir, habrá que reacondicionar la planta ya que lleva unos diez años paralizada.

En declaraciones a la emisora LT17, Dombroski destacó la ayuda del Estado provincial y todo su equipo económico para poner en marcha este proyecto. «Me ayudaron y confiaron. Esta ayuda hay que aprovechar y salir adelante. Mi compromiso es reactivar esta fábrica, capacitar la gente, recuperar nuevamente los mercados internacionales y recuperar los clientes de Estados Unidos y Europa. Nos va a lleva un tiempo, pero apuesto al futuro, a mi país, mi provincia y a Santo Pipó», dijo entusiasmado el empresario.

Abastecimiento
Teniendo en cuenta que Misiones no es productora de soja y que la gran mayoría de la producción argentina de esa oleaginosa ya tiene destino asegurado en los puertos internacionales, Dombroski explicó que se está buscando abastecimiento entre los grandes productores sojeros de Paraguay.

«Debemos ser una especie de sociedad, los paraguayos amigos y colegas que industrialicen en su país vendrán a Santo Pipó y exportaremos en forma conjunta y colocaremos en el mercado. Tenemos que ser de mente amplia, a nivel mundial somos muy chiquitos y debemos juntarnos en un embarque. Solos ellos o solo Dombroski, es imposible llegar a un acuerdo en un contrato de una entrega», razonó en declaraciones formuladas a LT17.

El empresarios también destacó la necesidad de reactivar el puerto, en ese sentido, sostuvo que «debemos tener de 200 a 400 toneladas por día para moler soja, que a nivel nacional no es mucho, pero es un gran esfuerzo de menor a mayor para ir creciendo. Para eso estamos en tratativas de mover el Puerto de Santo Pipó, vemos del otro lado del río que pasan barcazas y barcazas, y de este lado ninguno, y por ello debemos poner en funcionamiento nuestro puerto», dijo en entrevista con el programa La Torre de Babel.

Historia de la planta
El nacimiento de la industria aceitera en San Pipó se produjo en 1946. Dio mucho a la zona mientras su producción era bien colocada en el exterior.
Hasta la década del ´60 ese rubro apuntaló el crecimiento de la zona, pero la caída de los precios internacionales y la irrupción de sustitutos sintéticos determinaron el colapso. Los colonos orientaron sus expectativas hacia otros cultivos, y la fábrica alternó períodos de producción y de inactividad.
Hace diez años (1996) que se hizo cargo de la firma Roberto Dombroski, quien tras momentos de tambaleo logró reubicar el producto sorteando una situación económica complicada hasta el 2001 cuando que se tuvo que cerrar por completo.

Ahora, ante este nuevo escenario económico y aprovechando la política de reactivación económica que propone el Gobierno provincial, nuevamente se pone en marcha esta industria creando nuevas expectativas entre los productores de la zona ante esta actividad económica que permitirá la apertura de múltiples fuentes laborales.

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