Así lo indicó el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, durante su visita al referirse a Latinoamérica. Destacó algunos avances en la integración regional
Concurrido. La presencia de Pérez Esquivel en Posadas generó gran expectativa en la comunidad.
[su_note note_color=»#cdcdcd»]Hay avances en la integración regional que son muy importantes, comentó Pérez Esquivel[/su_note]Una visita de lujo tuvo Posadas durante la jornada de ayer. El premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, vino nuevamente a la capital misionera a presentar la obra Vía Crucis Latinoamericano en la Facultad de Humanidades. Llegó en compañía de su esposa. A su arribo habló de las democracias en Latinoamérica, de Corpus y de las papeleras.
Acerca de lo primero consideró que las democracias no están tan fortalecidas. Dijo que los problemas «son en gran parte de la dirigencia que hace lo que quiere y no lo que debe. Pero muchas veces hablamos del FMI y es cierto, pero hay que mirar también la situación interior. Éste no es un país federal sino feudal. Pero en la democracia, los espacios no se regalan, se construyen». Y esa construcción «no significa poner el voto en una urna, eso es falso».
Para el fundador del Servicio de Paz y Justicia, la democracia significa igualdad para todos y «vemos a nuestro alrededor que en eso no hay respuesta, es responsabilidad interna de los gobernantes que hacen lo que quieren y no lo que deben, se habla de país de derecho y no de federal, no son sinónimos», acotó.
Respecto a la situación latinoamericana, Pérez Esquivel la calificó de «compleja. Hay avances en la integración regional que son muy importantes. Aunque son preocupantes estos avances de la Asociación de Libre Comercio (ALCA), la creciente militarización del continente; el Acuífero Guaraní en la triple frontera. Un recurso como el agua, que es un bien de la humanidad, es escasa y están en la mira de los grandes intereses económicos. Sobre estas cuestiones, como los índices de la pobreza, la gran concentración de poder, hay que alertar para no bajar los brazos».
«Hay que ver también las cuestiones positivas: el movimiento indígena está aumentando. Por primera vez un ayma gobierna Bolivia, como es el caso de Evo Morales, un compañero de ruta de hace 30 años. Hay un fortalecimiento de la unidad continental», destacó el Premio Nobel de la Paz en su estadía en Misiones.
